Con el sonido acústico y apasionado de sus guitarras y las palmas, Kiko Motos y la nueva generación de los Gipsy Kings, conformada por Motos, Mario, Juanito y Tonino, retornan a Ecuador después de casi cinco años. La música evoluciona, cambia necesariamente, expresa Motos. Pero la esencia se mantiene. Y en su caso, el grupo siente latir en cada acorde sus orígenes gitanos.
Primos, cuñados, nietos e hijos de los primeros integrantes que formaron los Gipsy Kings en 1960 son ahora los herederos de líricas que mezclan los sonidos flamencos con géneros que van desde la salsa hasta el reggae. Pero Motos no deja de recordar a quien, según él, es el padre de los “reyes”: Ricardo Baliardo, más conocido como Manitos de Plata.
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La esencia española se percibe en el entorno musical de Kiko y los Gipsy, pero paradójicamente, sus integrantes poco manejan el idioma castellano, pues toda su vida han permanecido en Francia (Camarga). Esta región ha sido el eslabón de las historias de las familias Baliardo y Reyes, que huyeron de la Guerra Civil española hasta el país galo.
Su familia y ellos permanecieron desde ese entonces en Francia, pero sus almas se quedaron ancladas en los rincones de su tierra española. Y como uno no debe olvidar de dónde proviene, Motos asegura que pronto lanzarán su nuevo disco, Raíces. “Siempre regresamos a nuestra cultura de antes de nuestros abuelos”, dice.
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La “suerte” de los Gipsy, dice el cantante, es que cuentan con jóvenes y ellos se atreven a experimentar con más géneros que enriquecen sus temas. Además, añade, quieren demostrar la energía y fuerza que tienen, la capacidad de poner en alto el nombre y la voz musical del grupo que ha realizado giras por todo el mundo.
Asegura también que la decisión de explorar otros ritmos los ha llevado a ganarse la confianza de cantantes como Enrique Iglesias, que los llamó para su tema Bailamos. “Las guitarras, las palmas, los coros, somos nosotros”, dice Motos con una sonrisa. También recuerda la experiencia con la estadounidense Cher, quien los invitó a ser partícipes de la canción Dov’é L’Amore, incluida en su disco Believe, que vendió cerca de 10 millones de copias alrededor del mundo. “En la canción, Mario y yo tocamos la guitarra. Además interpreto los coros junto con ella”, relata.
Para Kiko, la música es su vida, prosigue, y un brillo aparece en sus ojos. “Las guitarras, nuestra música natural en acústico es lo que nos gusta más. Con ella llevamos más libertad para hacer lo que queremos: la música”.
De ese sentimiento profundo hacia el arte de combinar los sonidos de la voz humana nacieron lo que Motos ya considera “clásicos”. Entre otros: Bamboleo, Djobi Djoba o Volare. “Son como el My Way de Sinatra”, expresa el vocalista.
El escenario para Motos y los Gipsy es un lugar en el cual se pueden encontrar con la alegría del público, coinciden. Junto con ellos la gente canta, baila, o continúan con los coros cuando ellos se quedan en silencio. Por ejemplo, cantan “Volare, volare, volare”, señala Motos.
Las participaciones musicales del grupo han ido más allá de los escenarios, se han colado también por el telón cinéfilo. Knockaround Guys, cinta en la que participó John Malkovich, o Play It to the Bone, con la presencia ibérica de Antonio Banderas, no se han escapado del ritmo gitano de Kiko y la nueva generación de los Gipsy Kings, nombre artístico que adoptaron desde hace aproximadamente 15 años.
Después de su presentación de mañana en Salinas, la agrupación tiene planificado retornar a Francia para ofrecer varios conciertos. Luego del verano emprenderán una gira.
Motos asegura que a pesar de que ya no son los mismos integrantes, los Gipsy siempre estarán: “Somos una gran familia y siempre durará. En 20 años los Gipsy Kings permanecerán iguales, sin ser los mismos que los primeros integrantes, pero siempre serán ellos, porque son de la misma familia, la misma cultura, la misma escuela”, expresa. Y, para despejar cualquier duda, cogieron sus guitarras y entonaron un popurrí.
Kiko Motos y la nueva generación de los Gipsy Kings confirman el legado de una gran historia gitana.
Concierto
Kiko Motos y la nueva generación de los Gipsy Kings se presentarán mañana en el Yatch Club de Salinas, a las 21:00. El grupo interpretará canciones como Bamboleo, Djobi Djoba, Torito; Me va, me va, entre otras.
El costo de las entradas es de $ 82 para los socios del club y $ 102 para sus invitados y personas particulares.
Las entradas se pueden adquirir en los locales de Musicalísimo de los centros comerciales Policentro, Mall del Sol y Village Plaza.
Los socios del Club de Lectores de Diario EL UNIVERSO tienen el 12% de descuento en los boletos.