QUITO
.- Con una práctica a puerta cerrada, Deportivo Quito dejó listo el equipo que esta noche recibe a Independiente de Avellaneda por el juego de vuelta de Copa Libertadores, en el que los chullas deberán revertir la desventaja del 2-0 de la ida.
El técnico Fabián Bustos insistió en que sus dirigidos cumplieron un buen compromiso la semana anterior y recordó que "tuvimos errores puntuales por distracciones, repasamos el partido con Independiente y creo que el marcador es un poco exagerado, porque con un gol de diferencia habría sido más justo".
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El capitán de los chullas, Luis Saritama, insistió en que "debemos ser ofensivos, imponer dinámica y aprovechar los espacios que generemos, pero sobre todo ser contundentes en su arco. Ellos buscarán evitar sorpresas atrás y salir de contragolpe. Tendremos presión, pero no desesperación por marcar los goles, porque eso puede jugar en nuestra contra".
Bustos planteará un equipo que visite con insistencia el pórtico de Hilario Navarro. "Me imagino un partido ofensivo de nuestra parte porque vamos a buscar el arco rival. Será distinto a lo que hicimos allá, sabemos que podemos hacer daño si los atacamos bien".
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"Vendrá a hacer lo mismo que cuando jugaron ante Liga en Casa Blanca (victoria alba 3-2), porque Fernando Godoy es un volante de recuperación y estará al lado de (Roberto) Battión, pero eso será relativo porque lo más importante será hacer nuestro trabajo", sostuvo.
Por su parte, el volante Segundo Castillo resaltó las fortalezas del equipo de Antonio Mohamed, del que señaló se hace fuerte "en su línea de volantes, tiene además delanteros con velocidad y eso nos debe poner atentos. Ellos vendrán motivados por los dos goles que marcaron en la altura ante Liga de Quito, que les permitirá pensar que también pueden atacar en este juego, pero nuestra obligación será salir a buscar el partido sin ofrecer ventajas en defensa", refirió ayer el volante esmeraldeño.
ARGENTINOS RELAJADOS
El optimismo se respiró ayer tras la práctica que Independiente realizó en el estadio Monumental de Guayaquil.
Los Rojos solo permitieron el ingreso para observar su entrenamiento a la prensa gaucha.