EFE
Lima.- Exposiciones, coloquios y homenajes reivindican esta semana, al cumplirse ayer los 100 años de su nacimiento, la figura de José María Arguedas no solo como escritor sino como uno de los intelectuales que más trabajó por la cultura andina.
Aunque la calidad de su prosa lo convierte en uno de los mayores escritores peruanos del siglo XX, el legado de Arguedas, un mestizo blanco con una sensibilidad netamente quechua que terminó suicidándose a los 58 años, va mucho más allá de lo meramente literario.
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Si con sus novelas y ensayos logró hacer visible y comprensible el mundo andino en un tiempo en el que la cultura occidental lo menospreciaba como salvaje y atrasado, sus aportaciones como etnólogo y antropólogo no se quedan atrás.
Nacido en la andina Andahuyalas (sur andino) el 18 de enero de 1911, Arguedas fue el encargado de dar a conocer a la costa peruana, donde residía el poder político y económico, el valor de la cultura andina, que durante siglos había permanecido despreciada.
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"Arguedas nombra el Perú de todas las sangres (título de una sus novelas); apunta a representar un país donde las distintas culturas y clases se reconcilien bajo la igualdad", señaló el profesor Víctor Vich en una entrevista a la revista de la Universidad Andina Simón Bolívar.
El autor de Los Ríos Profundos recorrió la agreste geografía del interior de Perú recopilando música, que grabó para el Ministerio de Educación, y ayudando a salvar danzas y tradiciones, las mismas que logró llevar hasta plazas y teatros.
Para celebrar su legado, se ha preparado todo tipo de actos, desde exposiciones colectivas como Arguedas Hoy, que reúne creaciones de jóvenes artistas alrededor del tema de un Perú pluricultural, a coloquios como la mesa redonda 'Modernidad y tradición en la obra de José María Arguedas', que será mañana en la Biblioteca Nacional.
Los actos centrales fueron ayer, cuando la política peruana se reunió en el Congreso para un homenaje al que asistieron el presidente de Perú, Alan García, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y el ministro peruano de Cultura, Juan Ossio.