AFP
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Más de 20.000 enfervorizados hinchas del Flamengo protagonizaron ayer una verdadera invasión de su sede en Río de Janeiro para dar la bienvenida al astro Ronaldinho Gaúcho, nuevo refuerzo llegado del AC Milan y mayor contratación de la temporada 2011 en Brasil.

Soportando un intenso calor, los hinchas rodeaban la sede social, en el barrio de Gávea (en la turística zona sur) desde varias horas antes del inicio del evento. La ansiedad por garantizar un lugar llevó a una multitud impaciente a derrumbar un portón de acceso para invadir el campo de prácticas.

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Ataviados a rigor con colores rojinegros, ondeando banderas y entonando cánticos apoyados por grupos de percusión que tocaban samba, la multitud expresó con fervor su devoción por el club y el jugador. Algunos exhibían máscaras del crack entregadas por el club o hechas por ellos mismos.

$ 711.000 al mes
Su contrato de tres años y medio fija un salario mensual de unos $ 711.000, con ingresos aportados por la empresa mediática Traffic. Pero el departamento de marketing ya comenzó a facturar con la imagen de Gaúcho y prepara una batería de proyectos. La tienda oficial puso a la venta camisetas de 'R10' con un valor $ 95 y la partida se agotó en el primer día.

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En medio de esa euforia total, Ronaldinho (30 años) debió sudar para llegar al palco especial montado en una de las tribunas, desde donde saludó a la hinchada del 'O Mais Querido' vistiendo la camiseta 10, gorra negra y bermudas. "Muchas gracias por este cariño, espero poder retribuir todo vuestro cariño. Vamos con todo Nación Rojinegra", dijo visiblemente emocionado.

Sin privilegios
La presidenta del Flamengo, Patricia Amorim, sostuvo que el astro no tendrá privilegios en campo para defender al club.

"Ronaldinho es un jugador como los otros del elenco. No va a contribuir si no está compenetrado con lo colectivo. En su contrato no hay nada sobre que él vaya a jugar partidos grandes o pequeños (en importancia)", señaló Amorim.

Ronaldinho afirmó que una de sus principales metas es ser convocado por la selección de Brasil para la Copa del Mundo del 2014, y tiene la esperanza de que su regreso al fútbol brasileño con un contrato hasta ese año le ayude a revivir su carrera y lograr su objetivo.