La melodía del piano enganchó a Yarik Panko cuando tenía 5 años de edad. Este pequeño se inmiscuyó en el mundo musical al ver tocar el instrumento percutivo a su madre, Noreia Mueckay Carlier. “Quiero ser un gran pianista, por favor, quiero estudiar piano”, fueron las palabras que, según el menor, pronunció a sus padres para abrirse paso en este arte.