El filósofo alemán Arthur Schopenhauer expresó hace más de 150 años que: “La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna”. Esto es así porque el dinero no es una cuestión aséptica, que se pueda abordar en situación de laboratorio, sino que, por el contrario, genera intensas emociones y reacciones en las personas.