Ha interpretado por 37 años a Kiko, el niño cachetón y de piernas torcidas del programa mexicano El Chavo del 8 creado en los años setenta por Roberto Gómez Bolaños. Carlos Villagrán asegura que en esta visita a Ecuador le dirá adiós a Kiko (por ser propiedad de Bolaños tuvo que cambiar el nombre del personaje a Quico para seguir interpretándolo) y después se dedicará a escribir sus anécdotas en un libro que titulará Eterno agradecimiento. De Kiko solo quedan los gestos y los chistes en el cuerpo de un hombre de 66 años. Villagrán, cuyos cachetes lucen flácidos y sus ojos muestran la huella de los años, no solo quiere dejar ahora a Kiko, sino también las rencillas con Bolaños y la esposa de este, Florinda Meza. Señala que muchas de las noticias que han llegado sobre sus críticas a la pareja han sido solo malas interpretaciones.