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BOSTON, EEUU.- A medida que servicios cartográficos avanzadísimos como Garmin, Google y MapQuest hacen que ubicarse en una ciudad sea más fácil que nunca, un nuevo movimiento ha revivido el interés en los mapas hechos a mano como una vía para la expresión personal.
Ingrid Burrington trazó encuentros entre extraños en la ciudad de Nueva York, que aparecieron en la sección de avisos personales llamada "conexiones perdidas" de Craigslist, un sitio de clasificados.
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Marilyn Murphy ubicó los lugares de sus inyecciones estomacales para tratar su artritis juvenil, una guía práctica para su próxima aplicación y un testamento de su enfermedad.
Scott Schuldt usó métodos e instrumentos de antiguos topógrafos para ubicar sus excursiones por el noroeste del Pacífico de Estados Unidos, y los diagramó en la pintoresca y primitiva escala de pasos por pulgada.
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Estos mapas y cientos más aparecen en el sitio Web de la Asociación de Mapas Trazados a Mano, y en un nuevo libro, "From Here to There: A Curious Collection from the Hand Drawn Map Association".
El libro fue compilado por el fundador del grupo, Kris Harzinski. Algunos mapas están dibujados por artistas, mientras que muchos otros fueron hechos por personas cuyas vidas quedan develadas por los recorridos que registran.
"Lo que realmente hacen estos mapas en definitiva es contar una historia sobre un lugar, una historia muy específica, la interpretación o conocimiento individual de un lugar", dijo Harzinski, un artista y diseñador gráfico de Filadelfia.
Mapas para expresión o entretenimiento
Harzinski pertenece a un grupo cada vez más grande de académicos y artistas interesados en el uso de mapas para la expresión o el entretenimiento, mucho más allá del tradicional rol direccional que está siendo rápidamente sustituido por los sistemas de posicionamiento satelital global (GPS) y mapas online.
Algunos de los mapas forman parte de la exposición que se inaugura el 23 de septiembre en la Pratt Manhattan Gallery en Nueva York.
"Ha habido un verdadero aumento repentino del interés de artistas contemporáneos en el uso de los conceptos de la cartografía en su obra", dijo Katherine Harmon, curadora de la muestra de Pratt y autora de dos libros sobre el uso expresivo de los mapas.
Harmon dijo que el movimiento ha estado latente desde finales de la década de 1960, cuando el pintor Jasper Johns creó un mapa difuminado y brillante de Estados Unidos, y ha adquirido un rápido impulso en los últimos años.
La autora cree que hay un "instinto cartográfico" humano, pero reconoce que la idea es puesta en duda por muchos expertos en el tema.
Schuldt, un artista de Seattle y ex ingeniero de Boeing, realiza mapas para conectarse más profundamente con el mundo que lo rodea.
"Hacer mapas me fuerza a estar hiper consciente. El concepto ahora mismo es encontrar el modo de comunicar el valor y el concepto de saber dónde estas, en contraposición a saber cuál es tu ubicación", dijo.
Agregó que el GPS dice la ubicación desde un punto de vista cenital. "En mi producción de mapas, todo es hecho de abajo hacia arriba," explicó.
Las dos contribuciones de Schuldt a la asociación están hechas con mediciones a mano en los parques Discovery y Volunteer de Seattle.
También utilizó el mapa de la ruta de recolección de bayas de una familia de colonos de Washington como el tema para una obra con abalorios bordados, terminada con un estuche para mapas de cobre hecho a mano.
El neoyorquino Matthew Rodriguez, un profesional del mercadeo con una firma de videojuegos y autor de un blog, realizaba frecuentemente bosquejos de mapas para ubicarse en su barrio, el East Village.
"Mis amigos se burlaban de mí", dijo, por ser un profesional que carece de un teléfono celular con GPS.
Rodriguez se compró un teléfono celular con acceso a internet, pero cuando sabe que estará en una zona con mala recepción, dibuja la ruta en papel.
Los fanáticos de los mapas dibujados a mano están yendo contra la corriente. Decenas de millones de dispositivos GPS son usados en todo el mundo. Pero la gente todavía se pierde.
El libro incluye una contribución de Christian Herr, quien esbozó el camino hasta su casa sobre un paquete de azúcar y un antiguo anotador, luego de perderse al oeste de Pensilvania usando direcciones de Google Maps.
"Google Maps dice 3:25 horas. La duración real fue 5 horas. Al diablo con Google Maps", escribió.