El vehículo Chevrolet Trail Blazer, de placas GMD-917, que sicarios utilizaron para matar a Ricardo Enrique Salazar Sabando en las calles Argentina y la 21, en el sur de Guayaquil, fue robado a una mujer en la autopista Narcisa de Jesús (Terminal Terrestre-Pascuales), en el norte, dos horas antes.
El crimen ocurrió a las 15:00 del pasado jueves y según la denuncia que presentó la dueña del automotor en la Fiscalía, ella fue interceptada a las 13:00 por sujetos que se movilizaban en dos vehículos.
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“Me dirigía hasta la escuela de mis hijos, cuando de repente un vehículo que iba adelante frenó de manera brusca, lo que obligó a que yo hiciera lo mismo, en la parte de atrás había otro carro”, recordó la denunciante.
Denunció que la amarraron de pies y manos, y le cubrieron los ojos y la boca con una venda. “A los diez minutos me bajaron y subieron a otro vehículo, luego de 30 minutos me metieron a una casa”.
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La víctima relató que permaneció retenida más de cuatro horas, que fue ultrajada sexualmente y luego abandonada en la noche en una zanja, cuya dirección no detalla.
Recordó que policías la rescataron después de ser alertados por un hombre que observó cuando los delincuentes la arrojaron en la cuneta, creyendo que se trataba de un cadáver.
El vehículo de la víctima del secuestro express fue localizado en la 31 y Bolivia, minutos después del cometimiento del crimen de Ricardo Salazar.
Los supuestos sicarios pretendieron esconder el carro en el garaje de una casa del sector, pero otro vehículo estacionado en el sitio se los impidió.
Tras un allanamiento a ese inmueble la Policía, según el fiscal Julio Vacacela, encontró base de cocaína.
Ayer en la morgue, familiares de Salazar trataban de buscarle una explicación al asesinato.
Silvia Arce Sabando, hermana de la víctima, aseguró que esta se había dedicado a laborar como taxista informal, luego de que hace más de dos años fue despedido de la Policía Metropolitana.
“Para mí que lo confundieron con alguien, porque él solo se dedicaba a trabajar como taxista”, sostuvo Arce, quien también sospecha de Jenny Alexandra Angulo Cantos, quien acompañaba a su hermano en el momento del crimen.
En la audiencia de flagrancia, ayer el juez Virgilio Matamoros dictó prisión preventiva contra Angulo. El fiscal Julio Vacacela informó que ella había desaparecido el chip de su celular para evitar que el registro de las llamadas fuera revisado.
Marisela Salazar, otra hermana del fallecido, en una denuncia en la Fiscalía recordó que su hermano fue amenazado de muerte por el hijo de su ex conviviente, Teresa Londa Mejía.
“Mi tía Grace Sabando colocó una denuncia por las amenazas de muerte que le hacía un tal Ángelo, quien en la actualidad es vigilante de tránsito”, detalla el escrito.