EFE
MADRID.- Cualquier obstáculo puede dejar de serlo con el entrenamiento adecuado. Esta es la filosofía del "parkour", un deporte urbano que consiste en desplazarse de un punto a otro, superando con agilidad aquello que se interponga en el camino.
Los alucinados transeúntes que crean estar viendo a Spiderman deben saber que no se han colado en una película. Aunque se suban por las paredes, estos chicos tienen los pies en la tierra. No ejecutan un movimiento hasta que no están convencidos de que es seguro.
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Practican "parkour", un deporte urbano que consiste en desplazarse de un lugar a otro salvando, de manera eficiente, los obstáculos que haya en el camino.
Se trata de "ir de un punto A a otro B de la forma más rápida y fluida posible con la sola ayuda de tu cuerpo", dice Dani Sampayo, uno de los "traceurs" -con tal nombre se conoce a quienes practican esta disciplina- más admirados de España.
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El pionero de estos "traceurs" es el francés David Belle, considerado el creador del "parkour". David se inspiró en su padre, Raymond Belle, un soldado de la guerra de Vietnam que recibió entrenamiento en métodos de fuga.
Los métodos del padre fueron perfeccionados por el hijo y así nació esta disciplina en las afueras de París a principios de los años 80.
Desde entonces, el "parkour" se ha ido extendiendo poco a poco por el mundo aunque a día de hoy está lejos de convertirse en deporte de masas. "El problema es el desconocimiento", dice Dani. "Quizás sólo veas a cuatro chavales que se van a romper la cabeza dando saltos. Sin embargo, estás viendo a gente que se prepara física y mentalmente para afrontar esos movimientos de la forma más segura".
No hay muros altos, escalinatas prolongadas o barandillas resbaladizas. Cualquier obstáculo deja de serlo a base de entrenamiento y fuerza de voluntad.
Todo consiste en fijarse un objetivo y trazar una línea recta desde el punto de partida.
Si hay algo que se interponga, debe ser superado. Las técnicas para hacerlo son variadas: "Pasar vallas, correr, saltar, trepar y saber bajar de dónde has subido", explica Dani.
Sin embargo, considerar el mobiliario urbano un obstáculo no implica destrozarlo. "Somos los últimos que querríamos romper algo ya que, de romperlo, no podríamos jugar con ello", asegura.
Quienes practican "parkour" suelen crear comunidades en Internet para compartir todo lo que saben de esta disciplina y organizar encuentros para entrenar juntos.
Desde Irún -en el norte de España- Dani, más conocido en la red como "Draug", gestiona una de estas webs. En Madrid, Jesús López modera un foro para poner en contacto a los "traceurs" de la capital española y que así puedan aprender unos de otros y enseñar a la gente nueva.
De hecho, cada sábado por la mañana ofrecen entrenamientos gratuitos para aquellos que osen adentrarse en esta disciplina.
"El 'parkour' debería ser dado a las personas que quieran aprender. Si no tienes dinero, no importa porque no necesitas nada para practicarlo, sólo un buen par de zapatillas", señala David Belle en una entrevista publicada en UMParkour.com, la web de Dani Sampayo.
Gema está comprometida con esta idea y se esfuerza en ayudar a quienes se interesan por aprender. Es una de las pocas chicas que practica "parkour" en Madrid. En realidad, la ausencia del género femenino en el "parkour" es internacional.
También en América
En México lo saben y por ello la comunidad Monos Urbanos ha organizado PK FEM, una iniciativa para atraer a las chicas hacia esta disciplina.
"Lo que hacemos no es sólo para un género, es algo en lo que no importa más que el hecho de ser humanos", señala Jorge Nava, miembro de Monos Urbanos.
Esta comunidad, dedicada a la difusión de "parkour", cuenta con más de 3.500 seguidores en la red social Facebook. Desde Monos Urbanos también enseñan a quienes estén dispuestos a convertirse en "traceurs".
"Todos hemos hecho y podemos hacer 'parkour'", afirma Jorge. Lo único que tienen que llevar los principiantes es "la actitud de querer superarse en todos los sentidos".
El "parkour" está llegando a América. Ha crecido, sobre todo, en Brasil y Argentina, cuenta Jorge.
Algunos lo llaman "parkour" y otros "freerunning". Pero, con uno u otro nombre, todo se basa en el movimiento y en la búsqueda de la superación personal.
Para Jorge es "simplemente enfocarse en mejorar en todos los sentidos para ser capaz de superar cualquier obstáculo que se encuentre en tu camino".