Llantas, palos y gritos, todo fue válido la mañana de ayer para que un grupo de moradores de la cooperativa Brisas del Salado de la isla Trinitaria, en el sur de la ciudad, reclamaran por la supuesta falta de atención de las autoridades, luego de que entre la noche del pasado martes y la madrugada del miércoles nueve familias perdieron sus viviendas al ceder el relleno.