Las pimientas son frutas de árboles de diferentes especias. La verde, blanca, negra, roja y gris son de la misa familia; sin embargo, no tienen el mismo sabor.
La pimienta verde es una fruta que no es madura y que se conserva principalmente fresca y/o encurtida, su sabor en las comida es fuerte y muy intenso. Uno de los platos más famosos es el lomo de res a la pimienta verde.
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La pimienta blanca es una fruta que ha sido límpida de su cáscara, su sabor es más suave, o sea, no es tan picante pero más bien exalta sabor al momento de comerla. Recomiendo su uso frescamente molida tanto por carnes, pescados y vegetales.
La pimienta negra es una fruta madura que se consume previamente fermentada y luego se seca, su sabor es suave, largo en boca y puede llegar a ser intenso o sea picante. Hecha mignonette (término que se usa para definir una pimienta que ha sido solamente machacada) es ideal cuando se usa en guisos.
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La pimienta roja es una fruta muy madura sabor muy aromático y poco picante, su uso es más apreciable con los pescados y mariscos justamente para no tapar el sabor de estos últimos.
A la edad media las pimientas eran consideradas unas especias de muy alta calidad y escasas, por eso durante un tiempo se usaron como monedas de intercambio para varios pagos. En la actualidad, el comercio de la pimienta es más común, el primer productor mundial estaría cosechando solo el 34% del total mundial, Vietnam se destaca también para ser uno de los productores de pimientas medicinales.
Luego de estas pimientas “comunes” tenemos varios tipos, como la pimienta rosada, que no es picante pero extremadamente aromática y que compagina perfectamente con un Magret de pato.
Tenemos las famosas pimientas de Seshun (provincia de la China), que producen una pimienta picante y aromática con algunos toques de sabor a clavos de olor, canela, casis. Es una las más interesantes con las que ustedes pueden hacer deliciosas crème brûler.
Bon appétit!