EFE
.- Lluvias, tormentas, sequías y otros caprichos de la naturaleza causan desastres por todo el mundo. A pesar del progreso tecnológico, los humanos todavía no hemos aprendido a dominar un fenómeno tan cotidiano como los cambios del tiempo. Los científicos del Instituto de meteorología experimental de Rusia trabajan para cambiar esta situación.

"Aquí estudiamos la base física de la formación de las nubes, los procesos de condensación, solidificación y otros. También elaboramos diferentes modos de influir activamente sobre las nubes y precipitaciones atmosféricas," dice Anatoli Sávchenko, jefe del departamento, Instituto de meteorología experimental.

Este tipo de estudios se realizan aquí desde hace 50 años. Para saber como se comporta una nube en el cielo, la crean con un equipo especial. La cámara donde se produce esta masa de vapor es el orgullo de los empleados del Instituto. Dicen que es la más grande y no tiene análogos en el mundo.

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La nube artificial es tan densa que al entrar en ella se puede jugar al escondite. Para crearla los especialistas de este laboratorio tardan apenas 40 minutos. En cambio, en condiciones naturales un proceso similar sería mucho más complicado.

Los científicos confiesan que crear una especie de nube en el cielo completamente despejado por ahora es imposible. Sin embargo, este tipo de situaciones no son muy frecuentes. Y en caso de cielo más o menos nublado, prevenir una lluvia o provocarla es algo bastante factible. Tales manipulaciones podrían proporcionar enormes beneficios prácticos.

"Mirando el mapa de los recientes incendios forestales en Rusia, me he dado cuenta que en algunas situaciones nuestras tecnologías permitirían apagar el fuego con mayor eficacia. En caso de un impacto absolutamente exacto, 20-40 kilos del reactivo pueden provocar precipitaciones de cerca de 50 mil toneladas de agua en forma de lluvia," dice Alexéi Shilin, jefe del laboratorio, Instituto de meteorología experimental.

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Según los estudios realizados aquí, el modo más simple de desencadenar una lluvia es utilizar un reactivo a base de sal. Es barato y no perjudica al medio ambiente. Al hacer contacto con la nube las partículas del reactivo causan la condensación y la formación de gotas. La tecnología ha superado diferentes pruebas y tras este éxito los científicos ya se plantean objetivos más y más ambiciosos.

"Lo que está pasando ahora con el clima es anormal. Por eso, la tarea de largo plazo es manejar los cambios climáticos que estamos observando los últimos años. Por ahora, el calentamiento global avanza. El nivel de agua en el océano mundial aumenta, los glaciares se derriten. Por lo tanto, hay que prepararse para enfrentar estos procesos," explica Anatoli Sávchenko, jefe del departamento, Instituto de Meteorología Experimental.

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Actualmente, se realizan manipulaciones atmosféricas para dispersar nubes el día de alguna fiesta nacional. Pero el progreso de la ciencia da esperanzas de que en el futuro el clima sea controlado por el hombre para evitar sorpresas desagradables.