Algunos expertos en temas energéticos califican de positivo el acuerdo que el Gobierno alcanzó con la constructora brasileña Odebrecht, que fue expulsada del país hace más de año y medio luego de los problemas que presentó la central hidroeléctrica San Francisco.
El ministro Coordinador de los Sectores Estratégicos, Jorge Glas, anunció que Odebrecht se comprometió a solucionar todas las controversias y realizar las inversiones técnicas necesarias para asegurar el funcionamiento de la estación.
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José Pileggi, ex presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos del Litoral (Crieel), cree que esta conciliación es saludable para el país.
“Es positivo que el país no esté peleado con quien puede ayudarle a desarrollar sus proyectos”.
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Pileggi argumenta que una compañía como Odebrecht no solo cuenta con la experiencia y capacidad para ejecutar una obra de la magnitud como San Francisco y otras que tenía a su cargo, sino que su presencia es beneficiosa para el mercado.
Explica que mientras más actores existan en el mercado, en vez de solo otorgar los contratos a una firma o a un país, mejora la competencia.
René Morales, ex presidente ejecutivo de Hidropaute durante el actual Gobierno, asegura que el país sale ganando, no solo porque Odebrecht es una empresa importante en América Latina, sino porque la misma constructora de la planta en San Francisco se responsabilizará.
En ese sentido, este ex funcionario cuestiona que el régimen haya expulsado a la brasileña en vez de obligarla a asumir los correctivos que tenía que hacer.
Igual parecer tiene Rubén Barreno, ex presidente del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) y quien agrega que la medida contra Odebrecht no fue lo suficientemente analizada. Aunque aclara que respeta la decisión del Gobierno, sostiene que pudo haber acudido a otras instancias para que la empresa cumpliera el contrato y evitar su expulsión del país.
“Después de dos años creo que lo que se han dado cuenta (en alusión al Gobierno) es que lo que hicieron en su momento no fue lo correcto”, opina el experto José Pileggi.
El 23 de septiembre del 2008, el presidente Rafael Correa ordenó la expulsión del país de Odebrecht tras fracasar las negociaciones entre el Gobierno y la empresa por el daño suscitado en San Francisco. “Ya basta de abusos. Nosotros no vamos a aceptar que ninguna de estas empresas internacionales venga a burlarse del país”, afirmó el mandatario.
En declaración a la agencia estatal de noticias Andes, el ministro Glas informó el pasado viernes que el acuerdo alcanzado implica, entre otros aspectos, la obligación del consorcio de efectuar las obras necesarias para la central, garantizar por cinco años la reparación de las obras civiles, entregar dos rodetes (rotores) de reserva y realizar obras complementarias para la instalación de un nuevo sistema de agua de enfriamiento para los generadores eléctricos de la planta. En la nota, sin embargo, no dio fechas sobre el inicio de estos trabajos.