Las luces se encienden y comienza la fiesta. Guayacán Danza Urbana celebra el Inti Raymi sobre el escenario con banderas multicolores y vistosa coreografía. Eso ocurrió en el espacio Lunes Culturales de la Espol, durante la revista musical Mi Lindo Ecuador, a cargo del grupo Guayacán e invitados a escena.

Piero Jaramillo, director y coreógrafo, recuerda que en 1990, cuando trabajaba como profesor de ritmo del grupo de teatro de la Casa de la Cultura de nuestra ciudad, planteó la creación de un grupo folclórico que represente a la sección de Artes y Representación de la institución, pero no le pararon bola.

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Recién hace cinco años pudo llevar adelante su proyecto, que no cuenta con el suficiente apoyo económico. El nombre del grupo hace alusión al guayacán, árbol costeño incorruptible y de madera fina.

“Guayacán es una fábrica de bailarines –afirma Piero–, actualmente está conformado por 32 bailarines (20 mujeres y 12 hombres), divididos en dos grupos de 16 personas. La edad promedio es de 15 a 19 años, la mayoría son universitarios y colegiales. En un local de la institución ensayamos los viernes y sábados porque casi todos estudian y trabajan. En estos cinco años hemos formado unos 100 bailarines que actualmente integran otros grupos”.

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A parecer de Jaramillo, desde su inicio el grupo afrontó el folclore con nuevas coreografías que dieran cuenta de su procedencia urbana. Lo primero que coreografiaron fueron pasacalles de Rubira Infante, la música del Municipio como Guayaquileño de corazón y piezas emblemáticas de Julio Jaramillo.

“Las coreografías de Guayacán contienen ética y estética –señala Piero–. La extraemos de nosotros mismos y le damos belleza a los movimientos. Bailamos pasacalle con pasos más elegantes. Por ejemplo, Playita mía la interpretamos vestidos de marineros en una fusión de lo tradicional y lo contemporáneo”.

 ¿Al bailar qué desean expresar los jóvenes?, pregunto. Y responde: “Que actualmente vengan a practicar el folclore es algo excelente porque otros son los ritmos que están de moda, como el reggaetón, por eso a un joven que práctica el folclore hay que darle un premio. Nosotros con nuestras casi 50 coreografías intentamos inventar un folclore urbano”, asegura Jaramillo, quien posee 53 años de experiencia en la danza, primero como bailarín y profesor de ballet y desde 1970 como coreógrafo de folclore.

Guayacán en el 2004 inició la revista La Noche Ecuatoriana, que la presentaba cada tres meses. Ahora, una vez al mes, expone la revista musical Mi Lindo Ecuador. La próxima será el 31 de este mes en homenaje a Guayaquil en el teatro de la Casa de la Cultura, la entrada costará $ 3. A esa función serán invitados el tenor Ángel Oyola, la soprano Pilar Delgadillo, los amorfineros Los Montubios del Tablado y un grupo folclórico amigo.

Será una noche de música costeña y se repondrá la coreografía El eterno retorno del cantor en honor a Julio Jaramillo. “La idea es que el público venga a divertirse, a alegrarse con el arte de nuestra danza y canciones”, expresa Piero.

La fiesta de Guayacán Danza Urbana en honor a Guayaquil está por volver a comenzar.