Aunque aseguró que de momento dará por cierta la negativa de Colombia a la denuncia de espionaje telefónico, el mandatario Rafael Correa no descartó ayer con romper otra vez las relaciones diplomáticas con Bogotá si se comprueba que su homólogo Álvaro Uribe, y el ex ministro de Defensa y actual presidente electo, Juan Manuel Santos, estaban al tanto.