AP
YAKARTA, Indonesia.- El descubrimiento de tres nuevos cadáveres de rinocerontes de Java ha intensificado los esfuerzos para salvar a uno de los mamíferos en mayor peligro de extinción del mundo, forzando este lunes al inicio de la construcción de una valla eléctrica para proteger un nuevo refugio y zona de reproducción.
Sólo unos 50 rinocerontes de esta especie viven en su hábitat natural y la mayoría, excepto apenas un grupo, lo hace en un parque nacional del oeste de Indonesia.
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Los conservacionistas hablan de tomar un paso raro: reubicar algunos de estos animales de cinco toneladas para dispersar a la población y dar al rinoceronte una mejor oportunidad para sobrevivir.
Las sequías y la proximidad a un volcán activo en el parque Ujung Kulon, lleno de bosques, aumentan el temor a que un desastre natural destruya casi toda la población a la vez.
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En Vietnam, el único otro lugar donde se pueden encontrar rinocerontes, sólo quedan cuatro.
Sin tomar acciones drásticas, algunos rinocerontes podrían extinguirse en su hábitat natural de los próximos 10 a 20 años, declaró la Fundación Internacional del Rinoceronte.
El rinoceronte de Java, que fue una vez uno de los rinocerontes asiáticos más comunes, es hoy el que sufre el mayor peligro de extinción de cinco especies.
El mamífero casi desapareció en 1883 cuando el volcán Krakatoa entró en erupción, provocando un tsunami de 40 metros (120 pies) que mató a 37.000 personas cuando inundó más de 100 poblados y Ujung Kulon.
Las mayores amenazas que enfrentan los animales hoy son los cazadores furtivos, la destrucción del hábitat y la competición por la comida con otras especies, según los conservacionistas.
Los cuernos de los rinocerontes han sido durante tiempo un ingrediente popular de la medicina tradicional china, costando decenas de miles de dólares cada uno.
Una temporada de sequías larga en el oeste de Indonesia ha secado fuentes de agua naturales para los rinocerontes y ha provocado la escasez de hierba y otros alimentos.
Dos esqueletos se encontraron en las últimas semanas en un parque de Indonesia, a unos 160 kilómetros (100 millas) del suroeste de la capital, Yakarta. Se está realizando una investigación pero parece ser que murieron por causas naturales. El tercero, encontrado en Vietnam, fue probablemente víctimas de cazadores furtivos.