El candidato oficialista Juan Manuel Santos Calderón, de 59 años, fue elegido ayer nuevo Presidente de Colombia durante una jornada electoral afectada por tres partidos de la Copa Mundial de Fútbol y fuertes lluvias en todo el país, factores que determinaron un nivel de abstención cercano al 50%.

Santos, empresario, ex ministro de Defensa y primo hermano doble del actual vicepresidente Francisco Santos Calderón, obtuvo  el 69% de los votos mientra que su contrincante, el matemático  y filósofo Antanas Mockus, alcanzó el 27,8%.

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Reconoció triunfo
Mockus reconoció el triunfo de Santos, a quien le envió felicitaciones y aceptó la derrota advirtiendo que, pese a la adversidad, su partido se convirtió en la segunda fuerza política del país, consagrada alrededor de la convicción de que la vida es sagrada y los recursos públicos son sagrados.

A juicio de analistas, el principal ganador de esta jornada fue, en el fondo, el presidente Álvaro Uribe, promotor de Santos y jefe de las fuerzas políticas que le dieron el triunfo ayer al candidato aglutinadas en el Partido de la U.
Santos asumirá el cargo el próximo 7 de agosto y contará con mayoría absoluta en las dos cámaras del Congreso.

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No obstante, al reclamar su triunfo, el Presidente electo anunció que hará un gobierno de unidad nacional e invitó a su contrincante a acompañarlo en la administración que emprenderá en pocas semanas.

Mockus anunció que su partido mantendrá “independencia” y una posición de “control político”, aunque no dijo que fuera a ejercer la oposición.
Principales retos

Entre los principales retos que deberá asumir Santos están la pobreza y la miseria que azotan a 28 de los 44 millones de colombianos. Asimismo,  deberá enfrentar un desempleo de más del 15%. Santos ha prometido crear dos millones de puestos de trabajo con una serie de fórmulas que expertos las consideran inverosímiles.

El nuevo Presidente también deberá enfrentar un estado de corrupción oficial creciente que, según estudios académicos, absorte ilícitamente hasta 20% del presupuesto nacional.

Además, la salud pública está colapsada y los grupos armados ilegales comenzaron a crecer  desde el 2009 tras seis años de derrotas militares, muchas de ellas lideradas desde el Ministerio de Defensa por Santos.

En el frente externo, Santos heredará de Uribe graves desacuerdos con Ecuador y Venezuela, países con los que las relaciones diplomáticas están estancadas, en parte por críticas del propio Santos hechas como ministro de Defensa contra los gobiernos de los dos países.

Entre los desafíos del nuevo presidente también figura el franco deterioro de los derechos humanos en Colombia y, principalmente, deberá enfrentar el escándalo internacional por los homicidios extrajudiciales de cerca de tres mil personas inermes que las fuerzas miliares asesinaron para presentar como bajas logradas en combates que no tuvieron ocasión y cobrar recompensas a razón de aproximadamente 1.500 dólares por muerto. Esto ocurrió en su mayor parte siendo Santos ministro de Defensa.

Enfrentamientos
Durante la jornada electoral, el clandestino Ejército de Liberación Nacional (ELN) mató a siete policías en límites del departamento de Norte de Santander con Venezuela y el Gobierno ofreció una recompensa de $ 50 mil. Fuentes militares indicaron que los agresores pasaron a refugiarse en Venezuela, donde tienen varios campamentos de reposo.

En otro hecho, el Ejército dijo haber dado de baja en combate, en Mesetas, departamento de Meta, a seis guerrilleros del frente 53 de las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC).