Es joven y canta música nacional. El guayaquileño Fernando Vargas Cambo tiene 20 años. Desde el 2005 compone e interpreta pasillos, boleros y valses.
A diferencia de otros artistas que desde su infancia empezaron a cantar, él se inició a los 15 años. Pero creció junto a su abuela Letty Mendoza de Vargas, quien siempre escuchaba a Julio Jaramillo, Carlos Rubira Infante, Fresia Saavedra, etcétera. “Yo fui creciendo en ese ambiente, de eso depende que tenga amor por la música nacional, por eso canto pasillos”.
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Estudió en el colegio Vicente Rocafuerte y en cuarto año, cuando integraba el grupo de teatro del plantel, en una ocasión su profesor Gastón Molina lo escuchó cantar y tocar guitarra. Fue así que descubrió sus facultades para el canto. Desde esa ocasión, el rector del colegio ordenó que participara en todos los concursos de música nacional y siempre ocupó los tres primeros puestos.
Pero antes de intervenir en el primero, entre 23 colegios, el adolescente Fernando Vargas le pidió una señal a Dios: “Si en este concurso no ganó ningún premio quiere decir que no soy para la música. Quedé en segundo lugar, esa era la señal que yo buscaba para seguir en la música”. Del 2005 al 2007, además de concursos, se dedica a escribir sus propias canciones, con ellas y temas de otros autores graba dos CD: Rescatando nuestra música, volumen 1 y 2.
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“He compuesto pasillos, boleros, valses, sanjuanitos, albazos y hasta una marcha al colegio Vicente Rocafuerte. Son alrededor de 30 canciones y he grabado 7. Antes al artista le pagaban para que grabe, ahora el artista corre con todos los gastos del disco”, comenta.
Para seguir creciendo en el arte, en el 2008 ingresó a la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi del Museo de Música Popular Guayaquileña.
Cuenta que deseaba especializarse en guitarra y requinto con el maestro Naldo Campos, pero también estudió canto, siendo alumno de Fresia Saavedra y Carlos Rubira Infante, a los que considera sus maestros y padrinos artísticos. “Un año estuve en la Escuela del Pasillo, un año que lo aproveché al máximo”.
Después, Vargas ha venido abriéndose paso al pulso de su voz y dedicación a nuestra música. Junto a Rubira Infante grabó el disco Dúo Vargas-Rubira: del Ecuador para el mundo. “Eso para mí es la más grande satisfacción y orgullo. Don Carlos Rubira es una leyenda viviente de la música nacional, un compositor Madera de Guerrero, como dice su canción”.
A la pregunta de por qué los jóvenes no cantan nuestra música nacional, él emite su punto de vista: “Depende de la difusión. No es que a los jóvenes no les guste el pasillo, es que a nadie le puede gustar algo que no conoce”. Por eso aplaude la reciente iniciativa de Juan Fernando Velasco al grabar Con toda el alma.
Desde siempre su figura emblemática ha sido JJ. “En el momento que escuché la primera canción de él me fascinó su voz. Yo con JJ empecé, fue y sigue siendo mi referente”.
Actualmente, bajo la batuta de Carlos Rubira Infante, prepara un disco de música nacional con temas que aún no canta en los escenarios. Cuando publique su disco lo hará. Será cuando Fernando Vargas, voz y sangre nueva de nuestra música, cante su pasillo Escucha mi ruego: “Este gran amor que siento por ti/ Que ilumina, vida mía, mi esperanza/ Necesita de tu amor para vivir”.