Las diferencias entre la declamación, que se define como recitar la prosa o el verso con la entonación y los ademanes convenientes, y recitar, que es decir en voz alta versos, discursos, etcétera, no se toman muy en cuenta en nuestro medio y hace que muchas personas se refieran a ambas expresiones como si se tratara de la misma. Pero al margen de esto, lo importante es que en Guayaquil el cultivo de la primera no decae, pese al descuido de algunos centros educativos y culturales que olvidan o excluyen su enseñanza.