El escritor Carlos Paladines está maravillado con la obra de Eugenio Espejo.
La confesión fue realizada luego de haber terminado el volumen quinto de las obras completas de Eugenio Espejo, titulado Reflexiones acerca de un método para preservar a los pueblos de las viruelas. Este texto se presentará el martes en la Casa de la Cultura, entidad que auspicia el trabajo. Paladines dice haber logrado incluir en su compilación nuevos textos sobre la obra de Espejo. Por ejemplo, el informe preparado por el médico Francisco Gil, que había sido difundido en España, pero que es la primera vez que se lo hace en Ecuador. Y aunque se ha escrito bastante, Paladines cree que para terminar el análisis sobre la obra de Espejo falta mucho todavía.

Usted dice que este volumen tiene virtudes, ¿cuáles son?
En este volumen se hace la edición crítica del famoso libro Reflexiones acerca de un método para preservar a los pueblos de las viruelas. Ese libro lo hizo Espejo en base a un informe que preparó Francisco Gil, el médico de cámara del Rey. En esa etapa el problema de las epidemias, de las viruelas, incidía de manera muy fuerte en la población, ya que diezmaba a miles. La epidemia que se vivió en tiempos de Espejo, por 1780, mató a cuatro mil personas en Quito.

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Fue una catástrofe...
Sí, sí. Y en una ciudad de 40 mil habitantes estamos hablando del 10%, una cifra demasiado alta. El Rey estaba preocupado porque esto sucedía en muchos lugares de su reino: epidemias en México, en Caracas, en Bogotá, en Quito. Y el médico escribió un informe para ver cómo se podía detener y combatir la epidemia. El informe elaborado por Francisco Gil vino a Quito. Los concejales sugirieron que Eugenio Espejo lo estudie y haga un informe. Y ahora (en este volumen), por primera vez en el país, se edita el informe de Francisco Gil y el de Espejo.

¿En dónde está lo crítico de esta edición?
La primera edición que se hizo se trabajó sobre un manuscrito de González Suárez. Con los años fue descubierto otro manuscrito que reposa en el colegio Mejía (Quito) y así hay otros manuscritos. Para hacer una edición crítica hay que trabajar sobre varios manuscritos. Y como eran textos que se hacían a mano, siempre se podían cambiar algunos datos. Al hacer la edición crítica, vamos comparando los manuscritos y mostrando en dónde están las diferencias para que los técnicos pudieran estudiar a qué se deben esos cambios.

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¿Y en este proceso se encontró documentación inédita?
Hay documentación inédita. El informe de Gil es uno de ellos, aunque eso ya fue editado varias veces en España. La investigación, por suerte, me condujo a descubrir algunos informes médicos de Espejo que no habían sido editados. Esos documentos constan en la última parte del libro.

Asombra que después de que se ha publicado tanto sobre la obra de Espejo todavía haya documentación inédita...
Sí, sí. Yo creo que sí hay ese tipo de documentación todavía.

¿Y qué tipo de documentación?
Por ejemplo, hay estudios que dicen que Espejo tradujo un famoso libro de Longino (Dionisio), denominado De lo maravilloso y lo sublime (Tratado del sublime). No se sabe si ese texto, que es un clásico de la literatura universal, lo tradujo Espejo, del griego o del francés. Estudiosos dicen que este trabajo lo hizo Espejo, pero no hay. Pero en una de esas lo encontramos.

¿Está interesado en encontrarlo?
Por supuesto. Es importante este libro porque en base a él muchas personas
aprendieron sobre cómo se debe escribir. Algunos aprendieron a tener un buen estilo, a redactar correctamente, a escribir con arte, de manera que lo que escribamos se convierta en algo maravilloso y sublime.

¿Usted se considera un espejólogo?
Me ha tocado estudiarlo. (Espejo) es un hombre que me ha maravillado, que me ha causado una profunda impresión por su capacidad de pensar el país, por su capacidad de pensar la economía de este país, por su capacidad de pensar sobre la salubridad, los problemas médicos, su capacidad filosófica, e incluso, sus escritos teológicos sobre retórica. Espejo es un hombre de carácter universal. Dominó muchas áreas y en profundidad. Encuentro publicado muchas cosas sobre Espejo y cada vez que vuelvo encuentro que es una mina, que sigo descubriendo elementos que me entusiasman y que me
hacen pensar en el presente.

Reflexiones acerca de un método para preservar a los pueblos de las viruelas ha sido tratado por varios autores, ¿por qué ha llamado tanto la atención?
El tema de las viruelas, para llamarlo así, ha sido muy trabajado por la medicina ecuatoriana. Hay una serie de famosos médicos ecuatorianos como Plutarco Naranjo, Rodrigo Fierro, Byron Núñez, Enrique Garcés que lo han tratado... Sobre esta obra se ha trabajado en los últimos cien años en diferentes momentos. Y sigue siendo un libro de estudio. Y la gente sigue descubriendo cosas nuevas.

¿Por qué le llamó la atención este tema si usted no es médico?
Se habían lanzado los cuatro volúmenes anteriores sobre la obra de Espejo. Yo fui invitado a realizar esa presentación. En ese acto indiqué que esto era un gran avance, pero que todavía quedaban algunos vacíos. Días después, el presidente de la Casa de la Cultura, Marco Antonio Rodríguez, me dijo: ‘Si hay un vacío, por qué no te pones a trabajar: ¡llénalo!’. Y asumí el reto. Yo no entro en el análisis médico. No puedo opinar de eso, sino lo de sentido común. Lo que yo preparé es la edición crítica del libro.

¿Y usted cree que se llena ese vacío con esta nueva obra?
No. Este es el quinto volumen de la colección, después viene otro, de aspecto más bien de carácter judicial. Con esos seis volúmenes casi se han llenado las obras completas de Espejo.

¿Y quién está preparando el sexto?
También lo preparé yo. Con eso creo que se va a cerrar este ciclo, aunque dejo abiertas las puertas porque siempre es posible que al investigar se descubra algo nuevo.

¿Todavía habría algo más sobre la obra de Espejo?
Llevamos 200 años. Hace 100 años, González Suárez, Jijón y algunas personas más se reunieron y publicaron algunos libros de Espejo y encontraron una mina de producción teórica que ellos; la fueron descubriendo, examinando y difundiendo. Han pasado otros 100 años y volvemos a lo mismo.

¿Y esa mina todavía no se agota?
La obra de Espejo es una mina que no se agota. Además, he hecho esfuerzos en mis trabajos por demostrar que no fue solo Espejo, fue todo el grupo ilustrado donde hay cantidad de pensadores, por decir algo, como Maldonado, su cuñado Mejía, los próceres de la Independencia que escribieron. Fue un movimiento intelectual representativo. Y allí hay para descubrir y publicar durante mucho tiempo.

El autor
Nació en Loja. Es Doctor en Filosofía (U. Católica), tiene estudios de especialización en la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza, Argentina), Universidad Fiedrich-Alexander von Humboldt de Erlangen–Nümberg (Alemania).

Entre sus obras están: Pensamiento Ilustrado Ecuatoriano, Sentido y Trayectoria del Pensamiento Ecuatoriano, Rutas al siglo XXI, y Biografía novelada de Manuela Espejo.