Jorge Martillo Monserrate
.- Su vida está atada a las cuerdas de su requinto. "A la edad de 6 años me enamoré de la música", confiesa Rosalindo Quintero, quien hace 80 años nació en Cuenca donde su padre tocaba bandoneón, guitarra, piano y también arreglaba esos instrumentos. Contra viento y marea aprendió a tocar guitarra porque en Cuenca decían que la música era una profesión de borrachos.