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WASHINGTON, EEUU..- Un microchip que captura y almacena imágenes de células cancerígenas raras que circulan en la sangre podrían ofrecer un modo de controlar a los pacientes luego de la cirugía y guiar el tratamiento, dijeron investigadores estadounidenses.

Las células tumorales circulantes (CTC por su sigla en inglés) se desprenden de un tumor como semillas y pueden formar nuevos tumores. Su presencia en la sangre puede sugerir a los médicos que el cáncer se propagará a otras partes del cuerpo, dijeron los científicos en la revista Science Translational Medicine.

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Las CTC también podrían ayudar a los profesionales de la salud a detectar rápidamente si un paciente está respondiendo bien a la quimioterapia o a otro tratamiento, señaló el artículo.

"Estamos muy interesados en estas células porque creemos que éstas son las que nos van a dar el mejor conocimiento acerca de la biología del cáncer, al igual que claves de cómo se desarrolla la metástasis", dijo la autora del estudio, Shannon Stott, del Hospital General de Massachusetts y la Escuela de Medicina de Harvard, en Boston.

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Con la ayuda de una sustancia que funciona como un "pegamento" biológico, el microchip captura sólo las células que los investigadores quieren examinar, dijo Stott.

En este caso fue el antígeno específico prostático, que sugiere la presencia del cáncer de próstata. El dispositivo es combinado con un microscopio que toma al menos 6.000 imágenes de las células, dijo Stott.

"No hay un proceso previo. Sólo se extrae la sangre y se pega al dispositivo", explicó.

La esperanza es que el equipo permita a los médicos aprender más acerca de los tumores sin tener que abrir a los pacientes, añadió.

"Se puede hacer el análisis de sangre, es como una biopsia de sangre para obtener información acerca de las propiedades biológicas del tumor", dijo.

En el estudio, el equipo de Stott recolectó y, por primera vez, contó las células tumorales que circulaban en 55 pacientes oncológicos. Los científicos monitorearon las células antes y después de la cirugía.

"Se puede ver, no sólo el número absoluto de CTC, sino también si tienen o no la capacidad de proliferar y dividirse", sostuvo.

El equipo encontró que, en algunos pacientes, las células tumorales circulantes desaparecían rápidamente después de la cirugía, mientras que en otros las células persistían meses después.

Los investigadores aún no saben si la persistencia o desaparición de las CTC tienen un rol en la recurrencia del cáncer, dijo Stott, enfatizando que este es un estudio piloto preliminar.

"Estamos avanzando (...) inscribiendo a más pacientes para obtener un estudio a mayor escala que nos permita entender lo que esto significa", sintetizó.