La muerte a balazos de cuatro personas que se encontraban en un billar en La Concordia y el asesinato de una pareja en un karaoke en Quinindé, desató una ola de reclamos de la ciudadanía, que exige seguridad a las autoridades.

Ellos creen que la violencia es producto de una guerra entre bandas.

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El pasado jueves, a las 03:00, dos sujetos llegaron en una motocicleta al barrio Bélgica, de La Concordia, en el sector conocido como La Nueva Concordia, y dispararon contra las personas que se encontraban en una sala de juegos de billar.

Los muertos fueron identificados como Gregorio Zamora Vélez, de 42 años; Fernando Cedeño Pinargote, de 39; Jorge Luis, de 26; y Édgar Giler Barre, de 33, quienes vendían colchones y habían llegado a La Concordia desde Santo Domingo de los Tsáchilas.

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Los familiares de los fallecidos dicen no saber el motivo de los crímenes, aunque la Policía trata de obtener alguna versión que le dé indicios para seguir las investigaciones.

Un vecino, que pidió la reserva de su nombre, dijo que los criminales cubrían sus rostros con pasamontañas.

“Llegaron, dispararon ráfagas de ametralladora y luego se fueron a gran velocidad, rumbo a la carretera hacia Santo Domingo”, anotó.

El primero en reaccionar fue Ricardo Ocampo, presidente de la Junta Cívica, quien dijo que se hace necesario llamar a una reunión urgente de la comunidad para analizar el tema de la delincuencia y de los asesinatos que se registran a diario en La Concordia.

Esa misma madrugada, en Barrio Lindo, fue asesinado José Oriold Vélez Bazurto, de 49 años. Este ciudadano se encontraba en su casa cuando recibió tres balazos.

En tanto, Ángel Cerezo, de 31 años, y Patricia Almache, de 26, fueron acribillados en un karaoque de Quinindé.

Aunque los testigos aseguran que se trató de un crimen pasional, cometido por un policía, el nerviosismo por la violencia aumenta entre los habitantes.