Con el transcurso de las horas la angustia va en aumento para la familia de Ana Vivero, porque los cuatro hijos que vivían con ella en Talca, al norte de Chile, llevaban hasta ayer dos días sin comer; mientras velaban el cuerpo de su madre a la intemperie, pues el terremoto también los dejó sin hogar.
Aproximadamente a las 10:00 de ayer fue la última vez que la familia de la víctima se contactó con la compatriota Katherine Mina, quien está a cargo de los huérfanos.
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Mina llamó a su mamá, que vive al frente de los Vivero, en la 17 y Francisco Segura, para decirle que se encontraba bien.
La comunicación duró poco debido a que en Talca no hay electricidad y se debe ahorrar la carga disponible en las baterías de los teléfonos celulares.
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Sin embargo, pese a las dificultades, Mina pudo relatar a Emilio Vivero, hermano de la víctima, que el cuerpo de Ana lo están velando, junto al de otras personas, en un parque cercano al que era su casa.
El tío de los menores se reunió ayer por la mañana con el Gobernador del Guayas, Roberto Cuero, quien se comprometió a traer de regreso a sus sobrinos lo antes posible y ayudar en la repatriación del cuerpo.
Sin embargo, el embajador de Chile en Ecuador, Juan Pablo Lira, dijo a EcuadorTV que dada la magnitud de los sucesos, no podría darse una respuesta al pedido de la familia.
Sostuvo que en principio, el cuerpo de la compatriota sería enterrado ayer, pese a que la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), analizaba si era posible trasladar el cadáver.
No obstante, la principal preocupación de la familia Vivero es saber cómo y cuándo volverán a casa los parientes que sobrevivieron al sismo.
Emilio Vivero dijo que no sabía lo dicho por el funcionario chileno al momento de reunirse con Cuero, quien hasta hace ocho años fue su vecino.
“Nos dijeron que a través de la Senami van a traer a las criaturas, pero nuestra preocupación es saber cómo están; dicen que ellos no han comido y que duermen en la calle, menos mal es tiempo de calor, porque en invierno la temperatura llega a bajo cero”, mencionó Vivero.
Ana Vivero emigró hace dos años a Chile con el fin de construir una casa para sus hijos. Ayer, trabajadores del Miduvi tomaron medidas de un terreno, aledaño al de sus parientes, para concluir la obra que albergará a los menores.