EFE
NUEVA YORK, EE.UU..- La supermodelo Naomi Campbell rindió el pasado sábado tributo al diseñador Alexander McQueen -fallecido el jueves-, al cerrar el desfile benéfico que organizó en Nueva York, Estados Unidos, en favor de Haití, luciendo algunos de sus diseños junto a otras maniquíes.

Campbell, una de las modelos que más ha llevado las creaciones de McQueen y quien se hallaba en su círculo de amigos, cerró el desfile de su organización benéfica Fashion for Relief con lágrimas, tras recorrer la pasarela con un estampado vestido corto y vertiginosos stilettos firmados por el modisto.

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La top británica lo hizo acompañada por otras de sus compañeras de profesión, como su compatriota Karen Elson, la danesa Helena Christensen y la estadounidense Angela Lindvall, así como la irlandesa Daphne Guinness, conocida como la musa de McQueen y quien optó por un atrevido diseño que le cubría el rostro por completo.

Todas vistieron coloridos trajes estampados y zapatos de tacones imposibles, también diseñados por el desaparecido  McQueen.

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El desfile, organizado por Campbell dentro de la Semana de la Moda de Nueva York, tenía como propósito, sin embargo, recaudar fondos para ayudar a reparar el sistema de salud de Haití, que quedó casi sin funcionamiento tras el terremoto que azotó al país caribeño hace justo un mes y que dejó decenas de miles de muertos.

Campbell reunió así en la misma pasarela a dos de las damas más importantes de la moda estadounidense, Donna Karan y Diane von Furstenberg, que desfilaron al mismo tiempo luciendo elegantes trajes negros ante los aplausos de un público que agotó en tres días las 900 entradas disponibles a un precio de entre 100 y 150 dólares.

Entre los famosos que acudieron a la petición de la supermodelo también destacaron el cantante Chris Brown, el polémico ex novio de la exitosa Rihanna; Kelly Osbourne, la polifacética hija del músico británico Ozzy Osbourne; el conocido fotógrafo David LaChapelle, la cantante británica Estelle y el actor escocés Alan Cumming.

Otra de las protagonistas del evento que fue presentado por Sarah Ferguson, duquesa de York, fue la modelo Agyness Deyn, quien tropezó dos veces hasta caerse y tuvo que acabar de recorrer la pasarela con sus zapatos de alta plataforma diseñados por Burberry en las manos y entre los aplausos de los asistentes a la gala de moda.