Gesticula mucho. Con su cabeza y sus pies realiza movimientos circulares. Asimismo, sube y baja los hombros rápido y lentamente. Este proceso corporal forma parte de la preparación física que ejecuta la actriz Itzel Cuevas antes de los ensayos del unipersonal La ilustre desconocida, el cual volverá a presentarse en la Alianza Francesa.

Ella sostiene que la elaboración de este montaje se inició en abril del año pasado. Fue a partir del impacto que le produjo la obra El cuento de la isla desconocida, del escritor portugués José Saramago.

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“Me gustó conocer la historia de un hombre que va en busca de una utopía y lo que realmente termina encontrando es a sí mismo. También me impactó el tratamiento especial que Saramago le da a la mujer en ese texto, como en el resto de sus libros. Creo que él es el mayor feminista que existe; más que cualquier feminista mujer, quiero decir”, agrega.

Cuevas comenta que la historia El cuento de la isla desconocida, de Saramago, fue solo un punto de referencia para que ella, Martín Miguel Vaamonde (director y dramaturgo) y Aníbal Páez (asistente y técnico de luces y sonido) trabajaran en un guión teatral propio para la obra. “Se tomó como referencia la idea original que plantea la petición de un hombre al rey, de un barco para salir a buscar una isla desconocida. En ese periplo, en el que también se embarca una muchacha de limpieza, lo que ciertamente ocurre es que miran a su interior y se dan cuenta lo que realmente son y lo que desean”, acota Páez.

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Cuevas subraya que en el planteamiento que propone Vaamonde y en el que intervinieron los tres como autores de La ilustre desconocida se establece como protagonista a la muchacha de limpieza.

Asimismo, la actriz caracteriza otros personajes, como el rey, el hombre que solicita el barco y la narradora de la obra.  Explica que en la parte del guión teatral que ella escribió están presentes sus recuerdos.

Agrega que llevar al tablado esta propuesta le significaba una analogía con la historia que escenifica, porque empezó siendo un proyecto de ella que se lo comentó a otras personas como Martín Miguel (Vaamonde) y Aníbal (Páez), “quienes decididamente colaboraron para poner en marcha la obra”.

Cuevas define a esta pieza como una “obra de teatro semipresencial”, porque su director y dramaturgo, Vaamonde, vivía en Quito y ella con Páez, en Guayaquil, de tal modo que por separado preparaban aspectos del unipersonal.

“Se ensayaban acciones con memorización de textos, se intercalaba música con el uso de pocos objetos de utilería, como sillas y una grabadora de discos. La actuación, que era grabada, se la mostraba semanalmente a Martín en Quito y él dejaba tarea de mejoramiento para la siguiente vez que nos veíamos”, indica Páez.

Para noviembre pasado, Vaamonde, quien estaba en España, debía viajar a Quito para culminar el proceso de preparación del unipersonal y asistir a su estreno en el teatro Malayerba, pero por “una cuestión de visa” no pudo hacerlo. No obstante, Páez con Cuevas hicieron modificaciones a la obra, según su criterio, y decidieron estrenarla en el teatro Malayerba de la capital ecuatoriana.

En el mismo mes se ofrecieron funciones en la Alianza Francesa de Guayaquil. Ahora la obra vuelve a ese lugar con tres presentaciones.

Luego se trasladará a Quito para intervenir, a mediados de este mes, dentro del festival teatral Mujeres en Escena. Cuevas enfatiza que La ilustre desconocida es una obra de larga vida, por lo que es importante mantenerla en cartelera en diversos lugares.

Apuntes
Las funciones de La ilustre desconocida serán mañana, este viernes y sábado, a las 20:00, en la Alianza Francesa, en Hurtado y José Mascote. El boleto cuesta $ 5.

Esta obra es el primer montaje del grupo Plan B, formado por Aníbal Páez (grupo Arawa), Martín Miguel Vaamonde e Itzel Cuevas, quien por ocho años perteneció al grupo Muégano Teatro.