EFE
PARÍS.- El cineasta Eric Rohmer, quien falleció en París  la semana pasada, fue uno de los autores más personales y creativos del cine contemporáneo, clave en el movimiento de la Nouvelle Vague (Nueva Ola), junto con otros directores galos, como Claude Chabrol, Jean-Luc Goddard y Francois Truffaut.

Nacido el 4 de abril de 1920, en la localidad de Nancy, en Lorena (Francia), obtuvo las licenciaturas en Literatura y Filosofía, ejerció la docencia y el periodismo al principio de su carrera y situó la palabra en el centro de sus realizaciones cinematográficas.

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La búsqueda de realismo y el análisis de la conducta humana caracterizan sus trabajos, dotados de gran intimismo, frescura y en los que destaca la simpleza narrativa y técnica, con una prevalencia del plano general.

Esta característica del cine de Rohmer permite al público llegar a una reflexión con los propios personajes durante un desarrollo natural de la trama, envuelta casi siempre en las relaciones personales y el amor, uno de los asuntos fundamentales alrededor de los que gira su filmografía.

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Fue considerado como uno de los cineastas más "secretos" de la "Nueva Ola" francesa, que marcó el punto de salida en el movimiento de renovación del cine, y como un gran defensor del cine clásico de Hollywood. Rohmer trabajó como crítico cinematográfico en publicaciones como La Revue du Cinéma, Les Temps Modernes, La Parisienne, Arts, La Gazette du Cinéma y la prestigiosa Cahiers du Cinéma.

Su comienzo en el cine llegó en 1959 con el largometraje Le signe du lion, al que siguió la serie Six contes moraux, compuesta por La boulangere de Monceau (1962), La carriere de Suzanne (1963), La Collectionneusse (1967), Ma nuit chez Maud (1969), Le genou de Claire (1970) y L Amour laprs-midi (1972).

Alejado de la gran distribución comercial, su cine estuvo más canalizado a través de circuitos discretos internacionales y él mismo declaró preferir los ciclos -agrupamientos de obras que marcaron su producción- porque le facilitaban la inspiración y también le hacían posible una relación más intensa con el público.

Entre otros largometrajes, en los años ochenta, comenzó su segundo conjunto temático, titulado Comédies et proverbes e integrado por La femme de laviateur (1980), Le Beau Mariage (1981), Pauline la plage (1982), Le rayon vert (1986) y LAmi de mon amie (1987).

La última fue la titulada Contes des quatre saisons, formada por Conte de printemps (1990), Conte d hiver (1991), Conte d été (1996) y Conte de automne (1998).

En 1994 apareció Les rendez-vous de Paris, película fiel al más puro estilo de la Nouvelle Vague, filmada en las calles parisinas con cámara de 16 milímetros al hombro y para la cual Rohmer tuvo solo un pequeño equipo de tres personas.

En el 2001 estrenó Langlaise et le duc, un trabajo de tema histórico con la Revolución Francesa de fondo, que está basado en el diario de la aristócrata escocesa Grace Elliott y su relación amorosa con el duque de Orleans, primo de Luis XVI.

Sus últimos filmes fueron Triple Agent (2004), Le canapé rouge (2005) y Les amours dAstrée et Céladon (2007), un drama romántico que gira en torno a dos jóvenes amantes y las ramificaciones de un amor prohibido.

Eric Rohmer recibió, entre otros galardones, el Premio Max Ophuls de 1970, el Premio Louis Delluc de 1971, el de Mejor película del Festival de San Sebastián de 1971, Premio Mélies de 1971, Gran Premio Nacional de Cine de 1977, León de Oro de Venecia de 1986, Premio de la Crítica Internacional de 1986 y León de Oro de Venecia del  2001 a toda una carrera.

Es autor de un libro sobre Alfred Hitchcock, escrito en colaboración con su colega Claude Chabrol y publicado en 1957, además de Charlie Chaplin (1973), Seis cuentos morales (1974) y L'Organisation de lespace dans le Faust de Murnau (1977).

Fue codirector de la Sociedad Films du Losange desde el año 1964. Realizó la adaptación y el montaje escénico de Catherine Heilborn (1979) y grabó diversas series de televisión en su país, Francia.