Me encuentro perplejo al notar la poca importancia que dan los medios al transmitir cuñas publicitarias. Por el simple deseo comercial no analizan el impacto del mensaje que dan a los niños y jóvenes, sin meditar que la base de toda sociedad debe estar en la unión y respeto en el seno familiar.

La familia es el pilar de una sociedad civilizada con valores humanos, y donde se debe enaltecer la honra y pureza de la mujer como madre, por todo el sacrificio que realiza desde el momento que germina en ella el fruto del amor. En qué me baso en afirmar lo dicho, en cuñas publicitarias que se pasan en las radios. Hay una sobre un chocolate, en la que se escucha a un niño con voz ronca ante el pedido de su madre de que baje, y él le contesta de forma grosera. ¡Qué lección damos a nuestro hijos!, como si esa es la forma correcta de responderle a una madre. Otra es la publicidad de unos muebles, en la cual se pone en tela de duda la reputación de una madre. ¡Por Dios!, ¿es más importante el dinero que se recauda por una cuña, que el ejemplo y educación que debemos dar a nuestros hijos?

Henry Benalcázar Moncayo,
tecnólogo, Guayaquil