Enseñe a sus hijos a ser organizados
Para que por la mañana, a la hora de ir a la escuela, no anden con carreras ni olviden nada, enséñeles a organizar todo lo que necesitarán al día siguiente, antes de irse. En primer lugar tendrán que aprender a sacar zapatos y ropa que van a usar y dejar todo esto perfectamente listo sobre una silla cerca de su cama. También deberán seleccionar los libros que van a necesitar y ponerlos en sus mochilas o portafolios, que únicamente tendrán que recoger. Este procedimiento evita malos ratos, mal humor y contrariedades, que suelen hacerse extensivos a toda la familia.
Agua de colonia en roll-on
Si carece de un buen atomizador para ella, cuando se vacíe el envase roll-on de su desodorante, lávelo y llénelo de colonia. Pase el aplicador por sus brazos, toque sus pulsos y sus sienes con él, y sin usar mucha cantidad del producto se perfumará deliciosamente con gran economía.
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Un buen baño humectante
Tome un tarro de vaselina simple y extienda una capa sobre todo su cuerpo, incluyendo la cara.
Remójese ahora en una tina de agua tan caliente como pueda soportarla cómodamente y deje que el vapor abra los poros. La vaselina hará el resto. Para hidratar únicamente el rostro, aplíquese su loción o crema humectante precisamente antes de meterse a la regadera o a la tina y el vapor será aquí el que haga su obra. Siga este procedimiento a menudo para evitar o aliviar la excesiva resequedad de la piel.
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Mantenga suaves sus cutículas
Para lograrlo no es preciso contar con productos costosos de perfumería, pues el aceite de bebé y aun el mismo que se usa para cocinar dan excelente resultado. Llene un frasco limpio en que haya tenido barniz y con su mismo pincel, también perfectamente limpio, todas las noches antes de dormirse aplíquelo en las cutículas.
Para enredar hilo usado
Cuando se desbaratan costuras y se va a volver a usar el hilo, conviene enredarlo en tiras de plástico, que puede usted sacar de una tapa de lata de café u otro producto. En cada extremo hágales una ranura de 5 o 6 milímetros para que se puedan sujetar las puntas del hilo.