La importancia del cultivo de la palma aceitera en esta cabecera municipal solo lo saben sus habitantes.

El 98% de los 350 niños que estudian en la escuela de la parroquia Limoncocha levantó el brazo cuando se le preguntó si sus padres tienen algún vínculo laboral o comercial con las palmeras. La duda surgió al no ver en sus textos escolares o Atlas Panorámico Ecuador, un registro de esta actividad agrícola e industrial que comenzó con 30 hectárea antes de declararse Sucumbíos como provincia.

Palmeras del Ecuador, la firma más grande en lo que se refiere a producción interna de la oleaginosa, tiene establecidas 8.000 hectáreas de un área total de 15.500 en esta parte norte de la región amazónica donde emplea a 1.500 personas y ha construido 560 km de vías.

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La mayoría de colonos venidos de Los Ríos con el afán de conseguir tierra  y asentados en las márgenes de la palmera, ven en ella su motivo de invertir porque como lo anotan varios entrevistados en la parroquia Limoncocha, esto sucedió cuando el café y otros tradicionales perdieron precio y hubo inestabilidad económica en la zona. “La gente no tuvo otra alternativa que emplearse en esta entidad y por eso solo el 4% son sus proveedores de fruta”. 

Diez miembros de esta organización se unieron y sirviendo dicha firma como operadora, lograron que la Corporación Financiera Nacional les conceda  un crédito para sembrar 10 hectáreas cada uno.

El subgerente de Palmeras del Ecuador, Flavio Paredes, explicó que este proyecto denominado cultivos inclusivos, comenzó hace un año con 30 familias, de las cuales 20 pertenecen a la comuna indígena Secoya, con el interés de sembrar paz social en el campo e incentivar el trabajo para que no siga la costumbre de pedir y pedir ayuda. “Queremos hacer un trabajo de desarrollo sustentable con la comunidad, que aprenda a trabajar y cumpla con el porvenir de sus hijos”.     

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En esta extensa zona bañada por los ríos Napo y Aguarico dicha firma palmera mantiene uno de los centros de investigación más importante del mundo y la plantación más extensa de un híbrido desarrollado por técnicos nacionales y extranjeros que goza de cierta tolerancia a la enfermedad (PC),  hoy en día la que pone en entredicho el futuro de la actividad, a tal punto de que en Colombia arrasó el año pasado con 32 mil hectáreas de cultivo y ya es una amenaza latente en todas las zonas productoras del territorio nacional.

Paredes observó que no es una idea expansionista de cultivar sino enseñar a trabajar a la gente que tiene adjudicadas unas 50 hectáreas por individuo y solo trabaja una o dos. Ellos con sus experiencias les entregan las plantas certificadas del híbrido, el Estado da el crédito para la compra de insumos, transporte   y pago de mano de obra y los interesados el espacio  y el cuidado técnico que se requieren para sacar más de 20 toneladas de fruta por ha/año y dándole un manejo sustentable.

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Exigencia
Como los floricultores, las empresas palmeras deben presentar y aprobar estudios de impacto y plan de manejo ambiental para operar.

Exportación
De enero a agosto del presente año, Ecuador ha exportado 128.957 toneladas de aceite de palma a Perú, Venezuela, México y Colombia. Se prevé que el  2010 será mejor.

Beneficiarios

Manuel Ramírez
Finquero colono
“Con la salida de la compañía petrolera Occidental, producir palma es la única manera  para vivir mejor en la selva”.

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Elías Piyahuaje
Líder indígena Secoya
“Son nuestros vecinos desde hace 32 años y a veces los veíamos como enemigos y no como los amigos que son”.