Avery, una muñeca de centro comercial de 25 cm de altura y de plástico inyectado en molde, cuyo cabello rubio cae en cascada hasta sus rodillas, no tiene nada de Rapunzel. Rapunzel habría envidiado el elegante guardarropa de Avery y su arsenal de herramientas, desde el lápiz labial hasta un diminuto rizador de cabello.

Parte del cuarteto de Moxie Girlz, Avery está entre las más recientes  muñecas de moda de mirada inocente que compiten por la atención en las jugueterías en esta temporada, con sus prendas de vanguardia que las vuelven un éxito en una nación de niñas que aspiran a ser Rachel Zoe.

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La propia Zoe, estilista de celebridades, podría divertirse con los vestidos y accesorios de las muñecas; aunque quizás lamentaría la falta de ostentación. Las Moxie Girlz, junto con cuatro muñecas Liv y Barbie Fashionista,  tienden más a estar a la moda que a ser llamativas, sus personajes con estilo y bajo perfil personifican la respuesta de los mercadólogos a la época de sobriedad.

Contrastan especialmente con las Bratz Dolls, cuyas prendas provocativas y vidas fabulosas (los accesorios incluían hidromasaje y limusina) las volvieron una franquicia de $ 1.000 millones, pero han desaparecido desde que Mattel ganó una demanda por violación de derechos de autor contra su fabricante,  el año pasado.

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“Las Bratz celebraban el materialismo; nosotros no”, dijo Ben Varadi,  director creativo de Spin Master, la compañía que produce a las Liv, posicionadas como las antibratz, vestidas con chaquetas jeans y que se desplazan en motonetas.

Las Moxie Girlz han vuelto la espalda al consumo de gasolina a favor de un auto eficiente en combustible. Para bien o para mal, estas nuevas muñecas  “reflejan lo que es la cultura ahora”, dijo Varadi. “No veo a la Liv teniendo una limusina pronto”.

Lo que Liv y su séquito poseen son abundantes rizos, uniones articuladas, historias de respaldo (Sophie, una de ellas, aspira a ser estilista de celebridades) y calendarios sociales en la web. Sus características interactivas y rostro limpio, que destacan en los anuncios de TV, las han llevado al primer sitio en las  compras navideñas en Wal-Mart, Target, Amazon y Toys “R” Us.

“Desde las Bratz, realmente no ha habido nada emocionante en la categoría de las muñecas de moda”, dijo Garrick Johnson, analista de la industria del juguete. Pero al dirigirse a las aspiraciones de las niñas de 8 y 9 años conscientes del estilo, las  Liv y Moxie han “revitalizado la categoría de las muñecas de moda”, aseguró Johnson.

Barbie aún domina el mercado, acaparando unos $ 3.000 millones anualmente, pero se espera que las  muñecas Liv y Moxie Girlz  generen entre $ 30 millones y $ 40 millones este año, dijo Jim Silver, editor de timetoplaymag.com. “Para los estándares de la industria”, añadió, “ese es un gran éxito”.

Otros sostienen que las Liv podrían destronar a la Barbie. “Si yo fuera Barbie, estaría realmente preocupada”, explicó Lutz Muller, de Klosters Trading Corporation, compañía de investigación de mercado. “Liv es una muñeca de excelente construcción con mucha mejor funcionalidad que la mayoría de sus competidoras”.

Mattel parece no inmutarse. “Los principales indicadores, incluyendo la más reciente participación de mercado, muestran crecimiento para Barbie”, dijo Richard Dickson, vicepresidente de la compañía. “Barbie ha permanecido como la muñeca de moda durante 50 años, mientras que otras marcas van y vienen”.

Más amistosas, más jóvenes y de apariencia más a la moda que Barbie, las  Liv y Moxie están destinadas a consumidoras que imitan a las adolescentes. Una devota, Ally Alessi, de 8 años, quien toma su estilo de Keke Palmer,  joven actriz que interpreta a una diseñadora de ficción en Nickelodeon, ya tiene una Barbie. Pero el otro día posó la mirada en las  Liv y Moxie en la tienda de Toys “R” Us. “Las muñecas Liv tienen sus propios nombres de usuario en pequeños boletos que te permiten entrar on-line”, señaló Ally. “Lo sé porque lo vi en la televisión”.

Liv es quizás la más fastuosamente detallada de las nuevas muñecas. “Queríamos crear una sensación de muñeca de coleccionista”, explicó Varadi, quien dio a las  Liv ojos como de cristal,  pelucas intercambiables y 14 puntos de articulación para que sean fáciles de vestir. Pretendía hacer a Liv bonita, pero accesible, dotándola de rasgos faciales  llenitos. “Pasamos por cinco escultores diferentes” para crear una alternativa a las mejillas cinceladas y curvas neumáticas de Barbie, explicó, y añadió: “No queríamos que Liv pareciera  salida del consultorio del cirujano plástico”.

Su compañía estudió a Vogue y Elle, y los programas orientados a las jovencitas, e incluso visitó tiendas de surf locales, en busca de inspiración.

Las Liv usan ropa de moda equivalente a las prendas que una adolescente podría comprarse, añadió. Aunque cuesta la cantidad asequible de $ 20, el precio de $ 20 del paquete de pelucas pudiera significar que su dueña comprara un adorno para el pelo para sí misma.

Moxie está representando un serio desafío para Liv, apelando al lado creativo de las niñas: Algunas Moxie vienen con prendas para colorear y cortar. “En algunos aspectos, estas niñas están diseñando la ropa ellas mismas”, dijo Johnson, el analista, “y eso es una parte fuerte del atractivo de las muñecas”.

Las muñecas Bratz en ocasiones fueron criticadas por estar muy maquilladas y sugestivamente vestidas. A algunos psicólogos  les preocupa que las nuevas muñecas, que vienen con “necesidades” como secadoras de pelo y bolsos, representen otro problema. “Se les está robando la oportunidad de usar su imaginación”, comentó Claudia Paradise, una psicoanalista que trabaja con niños. “Pero ese es un gran negocio”, añadió con resignación.

Tanto Spin Master como MGA dicen que están fomentando la expresión personal al ofrecer a las niñas la oportunidad de mezclar y combinar el guardarropa de las muñecas a capricho. Para atraerlas, sin embargo, “se deben tener los tipos correctos de ropa –los jeans desgastados, el brillo de labios  y los zapatos–, eso es crucial”, dijo Silver, el editor de Timetoplaymag. “Las niñitas ponen atención especial en detalles como esos”.

MGA está atrayendo a las niñas pequeñas con un guardarropa de trajes de mezclilla y minivestidos rosas con estoperoles para sus Moxie Girlz. Aun cuando los looks y accesorios podrían reflejar una era más frugal y más de ‘hágalo usted mismo’, para algunos críticos alientan tanto materialismo como sus predecesoras.

“Estas niñas siguen inmersas en un mundo obsesionado principalmente con la apariencia y la ropa”, afirmó Susan Linn, psicóloga infantil en Boston y directora de la Campaña Para una Niñez Libre de Comerciales. “El propósito de sus mercadólogos no es vender las muñecas tanto como vender las cosas que les acompañan”.

Sus proliferantes guardarropas son el estimulante para María Modila, de 8 años. Al revisar a una ansiada muñeca Fashionista en Toys “R” Us recientemente, María dijo: “Me gusta. Pero si pudiera estarle cambiando la ropa, me gustaría más”.

A unos pasos de distancia en el pasillo de las Moxie Girlz, Ally Alessi lanzaba a su madre una mirada implorante. Notando el vestido de satén que su hija tan obviamente anhelaba, Angela Alessi trató de tranquilizarla. “Si te compro la muñeca ahora”, prometió, “Santa te traerá las otras cosas después”.