Esta semana se presentan en la Cinemateca de Casa de la Cultura del Guayas dos filmes que integran el IV ciclo de películas de conciertos Maestros del rock. Hoy, a las 19:30, se proyecta Van Halen: Live 1986. El padre de Eddie y Alex Van Halen era un músico realizado que emigró de Holanda a Pasadena, California (EE.UU.), en los sesenta y transmitió a sus hijos el amor a la música mientras crecían en el epicentro del florecimiento del rock ácido y psicodélico.
Este documental es fiel testimonio de por qué hoy en día Eddie Van Halen es considerado como uno de los guitarristas de rock más innovadores e influyentes de la historia.
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La película, cita obligada para todos los que tocan guitarra, muestra la depuradísima técnica de Eddie Van Halen tocando el cuello del instrumento a dos manos, in extensum, a veces solo y a ratos en conjunto con el excelente cuarteto que incluye al hermano, Alex, en una batería descomunal, y a un vocalista squealer, o chillón al estilo y a la altura del paradigmático Robert Plant, de Led Zeppelin.
Tocando a veces más candenciosa; la banda que simboliza el hard rock nos muestra que se puede ser duro y a la vez dejar espacios para asomos de ritmo y melodía que mantienen la música más allá del mero ruido.
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Entonando con aplomo y alegría ante 20.000 personas, esta banda confirma su habilidad en la Arena Rock, es decir, música para grandes masas en estadios. Por algo de 1978 a 1998 editaron 11 álbumes –todos ellos entre los 20 mejores de Billboard– y vendieron más de 70 millones de copias mundialmente.
Eddie golpea a un porro en el escenario y el vocalista atrapa el brassiere que una fanática le arroja (y no lo vuelve a aflojar). Estos detalles sesenteros del filme son anecdóticos e inmanentes al rock; sin embargo, el profesionalismo se mantiene igual, y eso es lo que importa en este magnífico documental.
Mañana, también a las 19:30, estará Live at Donington, un documental de AC/DC de 1991. Esta banda australiana, fiel exponente del rock duro y ácido como banda sonora a los excesos de los setenta, se la ve y escucha en todo su esplendor desenfrenado gracias a una grabación y filmación extraordinaria en multitudinario festival (no concierto) alrededor de Donington Castle, en Inglaterra, más 150.000 personas.
Ostentando un escenario descomunal con figuras eróticas, gigantescas e inflables, y la guitarra prima de Angus Young, tan estrafalaria como virtuosa, esta banda legendaria nos ofrece desde el rock más duro hasta el primario de Chuck Berry pasando por el rock marcial de los Rolling Stones.
Es decir, un verdadero mosaico del rock en todas sus expresiones posibles.