En cada diamante que visitó durante su estadía en Guayaquil y Durán, Jaime Jarrín, el mítico relator ecuatoriano de los Dodgers, se emocionó y se sintió más comprometido con su misión: convertir a estas dos ciudades en algo similar a San Pedro de Macorís (República Dominicana), semillero de beisbolistas para  Grandes Ligas.