Juan Pablo Escobar, hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, que ha roto el silencio mantenido por años sobre su familia, dice que no ha perdido el miedo y apuesta por la reconciliación en Colombia.

La vida de Escobar, exiliado en Argentina, donde vive bajo la identidad de Sebastián Marroquíns y trabaja como arquitecto, aparece reflejada en el documental  Secretos de mi padre, dirigido por Nicolás Entel, que fue presentado el jueves en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

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Tras 14 años de exilio, Escobar lamenta no haber podido disfrutar de su infancia, pero no reniega de su padre. “Yo no he perdido el miedo. Lo que sí he hecho (es) el ejercicio que no me paralice el miedo, es avanzar a pesar del miedo. El miedo no se pierde. Nunca le han puesto pantalones al miedo”, admite el colombiano.

Escobar, quien en el filme explica que a los siete años tenía que vivir como un delincuente, acepta el peso del pasado familiar.  “A mí me tocó esta historia, me tocó este padre, como a ti te tocó el tuyo, ninguno de los dos lo elegimos”, apunta.

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Escobar decidió participar en el documental por la “prudencia” demostrada por  Entel tras haber rechazado propuestas similares en el pasado.

“Para todo hay un tiempo. Pudo haber una reflexión importante en estos años de exilio para exteriorizar aquello que sentía. Pude tomar un poco de distancia del país y entender la posibilidad de separar la historia, que a la vez es íntima, pero por otro lado es pública”, explica.

La cinta reúne al hijo del jefe del Cartel de Medellín, muerto en 1993, con los hijos de dos de sus víctimas, el candidato presidencial Luis Carlos Galán y el ministro de Justicia del gobierno de Belisario Betancur, Rodrigo Lara.

A juicio de Escobar, de 32 años, esto  puede servir para ilustrar el proceso de búsqueda de la paz en Colombia. Pero admite que el proceso puede ser largo y requiere un cambio político o social, y un cambio en cada colombiano.

Escobar no se plantea, por el momento, regresar a Colombia, donde estuvo el pasado año por invitación de los senadores Manuel Galán y Rodrigo Lara. “Creo que todos los colombianos que estamos en el exterior queremos recuperar el derecho a elegir volver”, pero “por ahora mi vida está en la Argentina y no es mi intención”, dijo.

Mucho tiempo ha transcurrido desde que el entonces adolescente Juan Pablo Escobar amenazara con una venganza de sangre a los asesinos de su padre, abatido a tiros en 1993.

Durante el rodaje del documental, Escobar, que salió de Colombia en 1995 junto a su madre, Victoria Henao (que ha adoptado el nombre de María Isabel Santos) y su hermana Manuela (ahora Juana) escribió una carta de perdón a las víctimas de su padre.

Ahora, Juan Pablo Escobar prefiere no hacer planes sobre el futuro que, dice, “siempre ha sido incierto” para su familia. “Estamos acostumbrados a que nuestra agenda no dure más de 24 horas”, explicó.