“New Moon (Luna nueva) es una película con sus propios retos que no debe interpretarse como secuela”, dijo en Madrid Chris Weitz, el director de la segunda adaptación fílmica de la saga Twilight (Crepúsculo), que el próximo miércoles se estrena en varios países.
El cineasta llegó junto a Robert Pattinson, Kristen Stewart y Taylor Lautner, para promocionar la segunda entrega de este Romeo y Julieta vampírico, cuya primera parte, Twilight, recaudó más de $ 350 millones en el mundo.
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“Me he sentido muy tranquilo, ya que el éxito de la primera parte asegura la respuesta del público y, además, contaba con un elenco de actores maravilloso”, señaló Weitz, quien para New Moon ha sustituido en la dirección a Catherine Hardwicke, encargada del primer filme.
Imán de todas las miradas, Robert Pattinson considera que Edward, el vampiro al que interpreta, tiene un lado oscuro mucho más trabajado. “He tenido mucho tiempo para reflexionar sobre mi papel y, además, Edward aparece menos en New Moon”, explicó.
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Taylor Lautner, otro de los actores, ha asegurado que su personaje, el licántropo Jacob, ha cambiado mucho respecto a la primera parte. “Por suerte, Chris Weitz me ha ayudado mucho a la hora de asimilarlo”, contó el actor.
Kristen Stewart da vida en la pantalla a Bella, una joven que no solo está enamorada de Edward, sino que también es íntima amiga de Jacob. “New Moon es mi libro favorito de la serie, y estaba muy nerviosa antes de empezar a rodar”, confesó la joven.
La segunda entrega de la saga se caracteriza por el enfrentamiento entre los vampiros de Edward y los licántropos de Jacob, al tiempo que Bella deberá mantener un precario equilibrio para no optar por ninguno de los dos bandos.
El excesivo respeto a la castidad ha sido una de las notas polémicas de la saga, cuya responsable, la escritora Stephenie Meyer, defiende la virginidad antes del matrimonio.
“Entiendo que en España, un país liberal, la defensa de la moralidad pueda chocar tanto”, opinó Weitz. Sin embargo, el director considera un poco cínica la visión de la sociedad, que “anima a mantener relaciones lo antes posible”.
Robert Pattinson, de su parte, ha tratado de racionalizar la simpatía que despiertan Edward y Jacob: “Es habitual sentir lástima por el malo, por el psicópata..., hasta que te lleva a su cuarto”, bromeó, señalando que su visión de Edward es distinta a la del público.
Taylor Lautner afirmó que no contempla a los personajes como un vampiro y un licántropo. “Creo que a la gente le pasa lo mismo: se identifica con lo que sentimos y no con lo que somos”
Mientras los actores respondían a las preguntas, cientos de adolescentes hacían cola en el Palacio de Vistalegre de Madrid, donde el jueves estaba previsto un encuentro con los seguidores de Twilight. “Todo explotó de repente y al principio estaba muy bien, pero mi ego no es tan enorme y llegó un momento en que me puse nervioso”, dijo Pattinson. “Me repito muchas veces que los fans no me quieren a mí sino a Edward”, anotó.