La primera vez que Julia Shearson montó su bicicleta después de convertirse al islamismo hace siete años, su pañoleta se atoró en la rueda. Perdió el equilibrio y para cuando estaba en marcha de nuevo se topó con las miradas mientras pasaba, con los brazos y piernas envueltos en prendas sueltas, y su pañoleta ondeando al viento.