Nunca fueron los guapos del barrio, sino cuatro madrileños normales que se hicieron un nombre en el mundo artístico casi sin querer.

Veinticinco años después de empezar su carrera, los Hombres G, con alegrías y derrotas a cuestas, siguen haciendo música para sus seguidores y, en especial, para ellos mismos.

Sus caras ya no son las de aquellos niños que salían al escenario y eran adorados por miles de adolescentes; y tienen en los kilos de más y en las canas la experiencia de lo cantado y lo vivido.

Publicidad

Con 10, el último disco de su autoría, el grupo español no solo vuelve a las andanzas, renovado y auténtico, sino que se ha valido de la tecnología y las nuevas estrategias del mercado para acercarse al público joven. Tienen una página web, canal de televisión por internet (www.hombresg.tv), que se actualiza a diario, Facebook, Twitter, piensan participar en un reality musical, grabar un documental y sacar un último disco (que ya está casi listo).

Tal como se ve en su película Sufre mamón (1987), David Summers (voz y bajo), Rafa Gutiérrez (guitarra), Daniel Mezquita (guitarra) y Javi Molina (batería) se conocieron por casualidades de la vida y comenzaron a tocar por pasarla bien, lanzando dos sencillos: Marta tiene un marcapasos y Venecia, que tuvieron mediano éxito. Pero les esperaba más, la euforia de las fans, la fama, los viajes, el adiós y el regreso.

En una entrevista telefónica con este Diario, David Summers asegura que, a pesar del tiempo que tienen él y los demás integrantes en el grupo, siguen disfrutando el compartir con el público sus canciones, las más antiguas, y en especial Devuélveme a mi chica, porque “Sufre mamón (nombre con el cual se la conoce), que empezamos a cantar hace 25 años, es el motivo por el cual tú y yo estemos hablando hoy”.

Publicidad

Fue precisamente este el LP que contenía este tema y otros muy conocidos como Dejad que las niñas se acerquen a mí y una mejorada Venecia, el que los lanzó al estrellato. Con el disco Hombres G (1985) y con el posterior La cagaste… Burt Lancaster (1986), donde están Te quiero, El ataque de las chicas cocodrilo y Visite nuestro bar, se convirtieron en el  grupo más importante del rock español.

Cuando los Hombres G visitaron Guayaquil por primera vez, corría el año 1987 y eran idolatrados en toda América Latina. Sus canciones, videos y conciertos eran caída y limpia y sus tres siguientes producciones: Estamos locos o qué (1987), Agitar antes de usar (1988) y Voy a pasármelo bien (1990) siguieron con  la racha de éxitos ya conseguidos.

Publicidad

Pero la madurez les trajo la ganas de hacer otras cosas. Luego de grabar Esta es tu vida (1991) y La historia del bikini (1992) se separaron, aunque todos siguieron vinculados a la música de alguna forma.

David Summers, quien tuvo una corta carrera en solitario, dice que la idea de juntarse nuevamente nació de ellos mismos, “dándose cuenta de que había muchos fanáticos del grupo por todos lados”. Al principio solo se reunieron para hacer conciertos de reencuentro, por lo que grabaron Peligrosamente juntos (2002).

Pero habían pasado diez años alejados fuera del “verdadero ruedo”. Pronto decidieron hacer lo que habían olvidado en el camino. Disfrutar, pasarla bien, como cuando empezaron. Sacaron Todo esto es muy extraño (2004) y luego Diez (2007), por los diez años de separación y por ser el décimo disco.

Aunque el disco tiene dos años, no lo han promocionado porque surgieron  contratiempos en el camino.

Publicidad

“Ahora  hacemos las cosas de manera distinta, somos más nosotros”, dice Summers, quien junto con sus tres amigos decidió separarse de la disquera Warner y “empezar todo de nuevo”. Este año comenzaron una gira en Latinoamérica, producida y llevada por su propia cuenta. Se presentaron en  varias  ciudades de México y Perú, y este 19 de noviembre llegan a Guayaquil, al Centro de Convenciones.

La misma voz suave y pegajosa de David Summers, que aún fantasea con subirse a un escenario con los Beatles y Frank Sinatra, suena en los temas de 10. La misma música relajante, con alma joven y que alegra a quien la escuche.

“Después de mil y pico noches sin nada que perde. Me siento bien, como si todo empezara otra vez... Estoy de puta madre, soy un hombre feliz” (mientras, en el video, se ve un tipo  de treinta años, armado con shorts, converse rojos, boina y un limpiavidrios, lavando la fachada de un lujoso edificio, en medio de un hermoso atardecer).

Show
El concierto de los Hombres G es el 19 de noviembre, a las 20:00, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.

Las entradas se venden en el restaurante El Dólar, del c.c. Policentro. El costo es en preventa: $ 46,20, Vip (sillas numeradas); $ 66, Golden (mesas numeradas); $ 84, G-Box (Uno Box, mesas numeradas).

Los precios normales son: $ 64,80 Vip (sillas numeradas); $ 84, Golden (mesas numeradas); $ 102, G-Box (Uno Box,  mesas numeradas). Incluye barra libre y parqueo.