Tradicionalmente, la ciencia ficción ha estado catalogada en el terreno de los imposibles. Buscar por medio de ella la realidad es una situación que peca de inverosímil, por decir lo menos. Hacerlo en televisión es sondear el terreno de lo experimental y, a veces, esos proyectos surgen con una estrella tan buena que es preciso, para esta crítica, aplaudirlos.