Fascinante, tímido, modesto, vanidoso, torrencial, generoso y, sobre todo, leal a sus amigos. Así define el británico Gerald Martin a Gabriel García Márquez en la biografía “tolerada” que ha escrito sobre el Premio Nobel: 20 años de trabajo, con más de 300 entrevistas, entre ellas, a Fidel Castro.
“Gabo es un escritor extraordinario y también es un político, un mediador de enorme sutileza, y no es un lacayo de los políticos como algunos piensan”, explica Martin.
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“Para él –continúa– la amistad es muy importante, y a Castro le profesa una lealtad muy coherente. Él me dijo que no iba a hablar mal de Cuba porque, aunque tenía muchas críticas, cualquier cosa que dijera se iba a magnificar e iban a aprovecharlo para malinterpretarlo, que cualquier concesión sería magnificada”.
“Son dos viejos patriarcas y para Gabo, Fidel es un reto”, precisa este biógrafo, experto en literatura latinoamericana que ha dedicado un tercio de su vida a conocer, rastrear y analizar la obra de Gabo, quien le dijo con humor: “Escribe lo que quieras; yo seré quien digas que soy.” Pero no ha sido así, la biografía de García Márquez, que publica en España la editorial Debate, es un trabajo rigurosísimo, de casi 700 páginas, de las 2.500 que tenía originariamente, con referencias y fotos.
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Martin confiesa que la imagen que tenía del escritor cambió radicalmente desde que lo conoció: “Al principio tenía una visión más negativa de su vida y su obra, pero a medida que le conocí fui cambiando”.
“Es un gran seductor. Me asombró su poder de concentración, añade el autor, su tremenda energía y su amor por la vida. Todo eso se refleja en su obra. Es un hombre que ha vivido tanto y ha conocido a tanta gente, que es imposible reunirlo aquí todo. Ahora estoy escribiendo un libro de todo lo que me ha pasado y con las miles de entrevistas que no he podido meter aquí. Es el libro del libro, algo que, en opinión de Gabo, será más divertido”.
La madre de Gabo, ya muerta, Vargas Llosa, Carmen Balcells, Fidel Castro, Carlos Fuentes, Bill Clinton, Alvaro Mutis, Tachia Quintana, el otro gran amor de García Márquez, con quien vivió nueve meses en el París de los años sesenta, hoy gran amiga de Gabo y de su mujer, Mercedes, la verdadera columna del escritor colombiano, y un sinfín de nombres dan luz y a veces algo de sombras a la vida del Nobel.
“Una vida que es muy rica, pero también muy dura. Gabo ha sufrido mucho y ha tenido que trabajar lo que nadie sabe. Ha tenido muchas frustraciones y decepciones. Me gustaría que la gente supiese la acumulación de logros sobre los que ha hecho su vida. Es de una enorme generosidad, pero siempre detrás de la escena, anónimo”, precisa Martin.