María Simbaña se quedó sin su trabajo de empleada doméstica hace unas semanas. Su antigua empleadora que cumplió con  afiliarla al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a tiempo parcial (pues solo asistía seis horas a la semana) prefirió despedirla, pues con las nuevas reglas laborales, que indican que se le deberá afiliar mínimo por medio tiempo, el presupuesto ya no le alcanzaba.