Muchas veces me preguntan ¿qué es un crème brûlée? La respuesta más sencilla es que es un postre que queda a la mitad de camino entre un flan y una crema catalana. Sin embargo, me parece necesario destacar que la crema catalana es un postre hecho a base de cáscara de cítricos, leche y maicena; mientras que el flan lleva leche, huevos y azúcar; y el crème brûlée usa los mismos ingredientes (huevos y azúcar), pero los complementa con crema de leche.
El crème brûlée y la crema catalana tienen en común que una vez enfriada la preparación, se tiene que espolvorear una fina capa de azúcar (preferiblemente morena) y luego quemarla con un soplete para que se convierta en caramelo y que haga una capa encima de la crema.
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Otra diferencia entre la crema catalana y el crème brûlée es que la primera se prepara en olla y luego se pone en un cuenco y se deja enfriar, mientras que el segundo se cocina en baño María (a no más de 100° Celsius) y se saca del horno aún ligeramente líquido, para dejarlo enfriar y luego ponerlo en la nevera, donde se termina de cuajar; por esto es mucho más liviano y ligero que la crema catalana.
Los flanes se los puede encontrar de diferentes sabores, como el coco, vainilla, chocolate. El crème brûlée también se lo puede aromatizar a su gusto con pistachos y flor de naranja. Para los más pequeños, en Europa acostumbramos a servirla como entrada con espárragos o brócoli, de esta forma ellos aprenden a consumir vegetales desde sus primeros años.
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Les recomiendo la crema catalana en la Tasca de Carlos, que para mi gusto, es la mejor de la ciudad, y los crème brûlées que sugiero son los de Blue, Sucre y obviamente los de mi local, Chez Stéphane.
Bon appetit!