Cero polémica más cero dramatismo, más cero escudriñar en la vida de los otros, más cero chismes dan como resultado un programa como ‘Las tardes son de Carolina’. Si bien se nota que Carolina Jaume ha pasado por algunas clasecitas de pulido en cuanto a expresión y dicción, lo que es meritorio y profesional, a la producción aún le falta “algo” para llegar a ser un programa  bueno.