Millones de mariposas monarca emigran a México durante el invierno y los expertos se preguntaban cómo encontraban el camino. Resulta que la clave está en las antenas.

Cómo lo comprobaron? Los investigadores les pintaron de negro las antenas y los insectos se extraviaron.

Viajar hacia el sur no parecería gran cosa para la gente provista de mapas y orientadores vía satélite, pero las mariposas tienen que orientarse por el sol.

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Y el sol se mueve sin cesar, por lo que las pequeñas criaturas tienen que ajustar constantemente su dirección durante todo el día.

Al igual que la mayoría de los animales, las monarcas tienen incorporado en el cerebro el llamado reloj circadiano que les ayuda a saber la hora. Saber la hora y la posición del sol les permite orientarse hacia el sur.

Pero estas mariposas tienen un segundo reloj basado en las antenas, que también perciben la luz, según el nuevo estudio dirigido por el Dr. Steven Reppert, titular de neurobiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.

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Lo que aprendamos del insecto... nos dirá un poquito más sobre el funcionamiento de nuestro propio cerebro, dijo Reppert, que estudia los relojes internos en los cerebros de los animales y los seres humanos.

Además, agregó en una entrevista telefónica, es una biología fascinante que reclama ser comprendida.

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Los investigadores pensaban que la navegación ocurría en el cerebro de la mariposa, pero este experimento demuestra que el cerebro y la antena tienen cada uno su reloj circadiano y trabajan conjuntamente, afirmó.

Los investigadores hicieron la prueba sosteniendo gentilmente las alas de las mariposas y pintando sus antenas con pintura esmalte.

Las pintadas de negro no pudieron orientarse hacia el sur, mientras que las pintadas de pintura clara no tuvieron problema en hacerlo.

Eso no solamente reveló que las antenas perciben la luz para orientarse sino también que el olor no tiene ninguna función en ese sentido, ya que la pintura bloquea esa habilidad.

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Y como los animalitos con pintura negra se perdieron pese a que sus ojos podían captar la luz, los investigadores concluyeron que las antenas eran vitales para encontrar su ruta.

Las mariposas a las que extirparon quirúrgicamente las antenas también se desorientaron.

Charalambos P. Kyriacou, de la Universidad de Leicester, Gran Bretaña, dijo que el experimento indica que las antenas equivalen a un sistema de posicionamiento global para los insectos.

El reloj de la antena parece invalidar toda información del reloj cerebral para la navegación, dijo Kyriacou, que no participó en el estudio, en un comentario sobre el mismo.

La investigación de Reepert fue financiada por el Instituto Nacional de Salud.

En la Internet:

Science