Por ser su hermano mayor, Fabricio Correa dice estar preocupado por el mandatario, Rafael Correa, pues afirma que el poder lo ha “mareado”.

“El pueblo me dice: ‘¿Qué le pasa, él es un hombre bueno’”, señaló la semana pasada.

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Según Fabricio, el menor de los Correa padece el denominado “síndrome de hubris (o hybris)”, término acuñado por el político y neurólogo David Owen, en su libro En la enfermedad y en el poder, publicado en el 2008.

Owen indicó, citado en un reportaje de El País, de España, que  tal síndrome es común entre los políticos que llevan mucho tiempo en el poder.

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Sus síntomas son una exagerada confianza en sí mismos, despreciando los consejos y la realidad, así como un cierto estado de paranoia que les hace considerar enemigos a quienes no comparten sus ideas.

Según la nota periodística, el término hybris fue usado por primera vez por la civilización griega para definir al héroe que llegaba a la gloria y empezaba a creerse un Dios.

El psicólogo Samuel Merlano, quien efectuó un perfil psicológico del Presidente a inicios de su mandato, dice que el “síndrome de hybris” no consta en los manuales de diagnóstico de la salud mental, pero hay otras patologías que presentan las mismas características.

Una de ellas es la personalidad narcisista. “Son personas que tienen un exagerado ‘amor’ por sí mismo (amor patológico) y no confían en nadie, tienen una actitud paranoica, son personas que se sienten dioses, les gusta jugar con las voluntades de los seres humanos... tienen un trato simpático para manipular a los demás, por eso ellos no se sienten esclavos sino colaboradores”.

La persona histriónica, asimismo, “es extrovertida, maneja masas, son por naturaleza populistas, pero tiene cambios humorales rápidos”, refiere.

Merlano no precisa si el presidente Correa padece alguna de estas alteraciones. “Un diagnóstico se obtiene luego de hacer pruebas”, expresa.

Miguel Palacios, ex director del Hospital Psiquiátrico Lorenzo Ponce, señala que Correa padece lo que llama “diátresis explosiva”, un trastorno del estado afectivo en que el paciente desarrolla con facilidad  agresividad verbal o física aunque el estímulo sea insignificante.

Según Palacios, que acaba de concluir un estudio completo de la personalidad de Correa, este es “narcisista”: “Necesita el adulo y la pompa”.

Estrategia
El psicólogo Samuel Merlano no descarta que las actuaciones del presidente Rafael Correa sean parte de una estrategia política y mediática. “Eso confunde a la gente, que termina pensando que él es así y ya no se puede hacer nada”.

Réplica
Como respuesta a las afirmaciones de su hermano mayor, el Presidente ha dicho que la codicia lo ha cegado.