La Embajada de Francia analiza emitir una nota verbal ante la Cancillería por una presunta falta de celeridad en la atención médica a una compatriota. Ocurrió en el fin de semana, cuando la francesa Charlotte Maroeye, de 27 años, recibió un disparo en la espalda cerca de su casa en el sector de Guápulo, en el suroriente de Quito.

Según informó la Policía, la causa del asesinato habría sido el asalto. Incluso vecinos del sector confirmaron que hace 20 días por la misma zona, una moradora fue asaltada por dos hombres de raza negra fugaron en un taxi.

Publicidad

El día del asesinato, según la información que dispone la Embajada, se presume que luego del disparo, Maroeye avanzó a llegar herida a casa de sus amigos y desde allí llamaron a una ambulancia que no llegó a tiempo. La mujer murió en una clínica privada.

Según el consejero de prensa de la Embajada de Francia, Nicolás Cimbaro, Charlotte llegó al país hace un par de meses para trabajar como delegada en el Instituto de Investigación para el Desarrollo. Su contrato vencía el 25 de septiembre, fecha en la que estaba previsto su regreso a Francia.

Publicidad

El consejero anticipó que un equipo del servicio de cooperación técnica de la Embajada francesa apoya en las investigaciones con la Policía para determinar las razones del crimen y la presunta falta de atención médica.

La familia de la mujer asesinada llegará esta semana; mientras que el domingo pasado se realizó una marcha en Guápulo, en contra de la inseguridad en la zona.

En tanto, José Zamora Cantos, de 24 años, fue asesinado con un disparo en el bar Éxtasis, ubicado en callejón 9 y av. Jaime Roldós Aguilera del cantón Playas (Guayas). El hecho se registró el domingo pasado a las 18:00, cuando la víctima libaba con dos amigos. Según el parte policial un sujeto apodado negro Richard, se acercó y le disparó en el pecho.

Zamora logró escapar en un taxi amigo y llegó a la casa de sus padres en el barrio Cruz Roja, desde donde lo trasladaron al hospital en el que falleció. Los familiares desconocen los causas del crimen.

Mientras, Carlos Niemes Ormeo y Carlos Mendoza Chilán, ambos de 22 años, fallecieron acribillados ese mismo día.

Un individuo conocido como El Chute llegó a las 17:30 a una gallera, localizada en el recinto El Cerrito del cantón Rocafuerte (Manabí), y le propinó tres tiros a Niemes. El occiso, quien se dedicaba a la venta de coco, deja tres menores en la orfandad.

Una hora después personas no identificadas, que se movilizaban en una camioneta doble cabina negra, abalearon a Mendoza en el centro del cantón Santa Ana (Manabí).

Mendoza, quien tenía antecedentes penales, residía en el barrio Santa Clara, de Manta.