AP
PARÍS, Francia.- La cámara baja de Francia aprobó un proyecto pionero que permite a las autoridades cortar el acceso a Internet a usuarios que descarguen contenidos ilegalmente.
Las compañías de espectáculos esperan que la medida sea un arma en contra de la piratería, mientras que sus críticos alegan que viola derechos civiles. Entre tanto, surgen cuestionamientos sobre cómo se aplicará la sanción.
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El proyecto ha despertado interés en el exterior, sobre todo en los sectores de la música y el cine que luchan por proteger sus ingresos y de activistas defensores de la privacidad a quienes les preocupa la intervención del gobierno.
El Ministerio de Cultura calcula que 1.000 usuarios franceses podrían ser desconectados de sancionarse el proyecto. Los ciberpiratas que ignoren advertencias enviadas por correo electrónico y una carta oficial podrían perder su conexión a internet hasta por un año, además de enfrentar multas de hasta 300.000 euros (435.000 dólares) o penas de prisión.
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Los padres podrían ser penalizados por no supervisar las actividades de sus hijos si estos descargan contenidos de manera ilegal. El servicio de internet de la familia podría interrumpirse por un mes y enfrentarían multas de más de $ 5.000, si ignoran las advertencias de las autoridades.
La versión original de la propuesta, más restrictiva, fue rechazada a principios del año por inconstitucional. El Senado aprobó un proyecto en julio luego de negociaciones, y la cámara baja le dio luz verde a otra versión con 285-225 de los votos.
La propuesta debe superar otro obstáculo antes de convertirse en ley: ser aprobado por un pequeño comité de ambas cámaras del Congreso encargado armonizar las dos versiones del proyecto.
El presidente Nicolás Sarkozy, casado con la modelo y cantante Carla Bruni y amigo de poderosos propietarios de medios, apoya el proyecto de ley.
El ministro de la Cultura, Frederic Mitterrand, alabó la labor de los legisladores.
Los artistas recordarán que al menos tuvimos la valentía para romper con el enfoque de laissez-faire y protegimos sus derechos de la gente que quiere convertir a la red en una utopia libertaria, dijo.