La selección argentina se juega una verdadera final y “va a querer comerse” a Brasil este sábado en Rosario, cuando se enfrenten por la decimoquinta fecha de las eliminatoria sudamericana a Sudáfrica 2010, dijo Carlos Tevez al llegar ayer a Buenos Aires para sumarse al equipo de Diego Maradona.
“Creo que ellos van a venir con un poco de temor, y nosotros vamos a querer comerlos dentro de la cancha. Pero hay que respetarlos porque es Brasil”, declaró el delantero del Manchester City ante el clásico sudamericano, en el que Argentina se juega gran parte de su clasificación a la cita máxima.
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“No hay dudas, nos jugamos una final”, insistió el Apache, quien aseguró que “si llegamos a ganar sería un gran golpe anímico para nosotros”.
De su lado, Javier Zanetti (Inter, Italia) admitió que “solo sirve ganar” ante Brasil el sábado, en un partido de eliminatoria que por primera vez se jugará en el estadio de Rosario Central, a pedido de Maradona y sus jugadores, que piensan que sentirán más el calor de la hinchada que en el Monumental (River Plate) de Buenos Aires.
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“Tenemos una responsabilidad grande porque estamos dentro de una Selección muy grande y tenemos que pensar en la victoria”, dijo Zanetti.
Argentina enfrenta un calendario complicado en las próximas dos fechas de eliminatoria, ya que recibirá el sábado a Brasil y cuatro días más tarde visitará a Paraguay en Asunción.
Los gauchos ocupan la cuarta posición en la tabla del torneo premundialista con 22 puntos.
En busca de un boleto
Por otra parte, hinchas argentinos acampan desde ayer cerca del estadio de Rosario Central desafiando calor, lluvia y granizo a la espera de obtener mañana un boleto para observar el duelo ante los brasileños.
“Aguantamos el calor, el frío, la lluvia y el granizo con tal de conseguir el ticket para ver a (Lionel) Messi. Vale la pena el esfuerzo”, dijo Matías Colomaro, un aficionado gaucho.
Mientras que Brasil comenzará sus prácticas desde hoy.