La noche del sábado anterior tuvo sabor a salsa. Esa sazón que se canta, baila y alegra a los corazones. Esa sabrosura la pusieron Henry Fiol y Luisito Carrión.  En el menú no faltó el toquecito criollo de Gustavo Enrique y su orquesta, que acompañó a estos consumados chefs del son y la salsa.