El que la empresa Darwinvest no haya encontrado los restos de los hermanos Santiago y Andrés Restrepo en la laguna de Yambo despierta más dudas en Pedro Restrepo, padre de los desaparecidos.

“Muchas cosas pudieron pasar en 21 años en esa laguna”, aseveró Restrepo, quien  prefiere dejar abierto el caso. “El que esté de presidente, así sea en el año 2020 y yo esté vivo, tendrá que responder por los hermanos Restrepo Arismendi”, sentenció.

Publicidad

Lo único cierto para él es que la desaparición de sus hijos en la década del ochenta será un caso pendiente para el Estado durante muchos años.

“El hecho de que no se hayan encontrado los restos (de los hermanos Restrepo en la laguna de Yambo) no quiere decir que nunca estuvieron ahí”.

Publicidad

Lo dice Elsie Monje, integrante  de la Comisión de la Verdad, que investiga el caso ante la falta de un indicio de dónde podrían estar los cadáveres de Carlos Santiago y Pedro Andrés, desaparecidos desde el 8 de enero de 1988, cuando tenían 14 y 17 años, respectivamente.

Pedro Restrepo, padre de las víctimas, coincide en la sospecha. “Muchas cosas pudieron pasar en 21 años en esa laguna”. Recuerda que en los años noventa la Marina realizó rastreos reservados. No obstante, prefiere no basarse en supuestos. Lo único cierto para él es que la desaparición de sus hijos será un caso pendiente para el Estado durante muchos años más. “El que esté de Presidente, así sea en el año 2020 y yo esté vivo, tendrá que responder por los hermanos Restrepo Arismendi”, sentencia.

El ex agente de policía del extinto Servicio de Investigación Criminal (SIC), Camilo Badillo, que cumplió ocho años de cárcel por la desaparición de los Restrepo, tiene otro criterio. Para  él, se demuestra que la versión del ex agente Hugo España, de que los cuerpos fueron lanzados a la laguna de Yambo, es mentira.

De acuerdo con ese testimonio, el sargento Guillermo Llerena llevó a los adolescentes a los calabozos del SIC, a las 20:00 del 8 de enero de 1988. Minutos después –según España– los sacó de las celdas y no se supo nada de ellos hasta que el 12 de ese mismo mes ayudó a Llerena, a Badillo y a un agente apodado Chocolate a sacar los cuerpos de una cueva de Guápulo para botarlos en la laguna de Yambo.

Con documentos, Badillo sostiene que España nunca estuvo a cargo de las celdas del SIC esa noche, como lo dijo en su versión, sino cuidando la casa de una general.

Además, muestra un video en donde se ve que las cuevas de Guápulo se encuentran a unos 100 metros de altura sobre el Río Machángara, en un acantilado. “¡Cómo se le ocurre a este señor (España) que subimos los cadáveres por ahí!”, reacciona Camilo Badillo.

Con estos cuestionamientos, el acusado, a pesar de que ya salió de prisión, busca que la Corte Nacional de Justicia revise el caso y lo declare inocente.

Marcelo Santamaría –abogado de Badillo, Llerena y Juan Sosa (quien fue sentenciado a ocho  años de reclusión)– anuncia que interpondrá un recurso de revisión una vez que la Comisión de la Verdad entregue su informe final el 30 de septiembre próximo.

Pedro Restrepo sostiene que la versión de España no ha quedado en duda.

“Nosotros comprobamos durante 15 o 20 días su declaración, la presentamos ante la Comisión Internacional y esta dijo que era la prueba madre para recomprobar que la responsabilidad de lo que les pasó a estos dos niños es de la Policía (...) Badillo y sus acompañantes tuvieron tres años y medio para defenderse y ahora se dicen ser inocentes”.

Detalles: Del caso
Búsqueda
En diciembre del 2008, la Procuraduría contrató a la empresa Darwinvest para que haga la búsqueda en  Yambo por $ 465 mil. La tarea terminó en junio pasado.

Indemnización
Tras la firma de un acuerdo promovido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos,  en 1998 el Estado indemnizó a  la familia Restrepo con $ 1 millón.

Ex agente
El paradero del ex agente Hugo España, que habló por primera vez de la laguna de Yambo, es incierto. Viajó a Londres hace 10 años. Los investigadores no lo ubican.